Moscú, 5 sep (RHC) El Gobierno ruso calificó de contradictorios e infundados los nuevos datos divulgados por el Reino Unido sobre el llamado caso Skripal e instó a ese país a pasar de la manipulación a la cooperación efectiva.
Este miércoles, la primera ministra británica, Theresa May, informó la supuesta implicación de dos miembros del Departamento Central de Inteligencia de Rusia en el ataque contra el exagente Serguei Skripal y su hija Yulia, en la ciudad de Salisbury.
La fiscalía y la policía del Reino Unido publicaron las fotos de los sujetos, identificados como Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, y emitieron una orden de captura internacional contra ellos.
En declaraciones a la prensa, la portavoz del Ministerio ruso de Relaciones Exteriores, María Zajárova, rechazó las acusaciones contra su país y aseguró que esos nombres no tienen ningún significado para las indagaciones en curso.
Los datos y las imágenes publicadas no nos dicen nada. Pedimos a Londres dejar las acusaciones públicas y la manipulación informativa para pasar a la cooperación práctica entre los órganos de seguridad de ambos Estados, aseveró.
Las investigaciones sobre un crimen tan serio exigen un trabajo más concienzudo, un análisis escrupuloso y una sólida colaboración, añadió.
Por su parte el asesor del Kremlin para asuntos exteriores, Yuri Ushakov, indicó que los detalles ofrecidos por Londres son contradictorios.
'No sabemos por qué el Reino Unido hace esto y qué señal nos quiere enviar. Esos apellidos no son conocidos por nosotros y, además, la propia Scotland Yard señala que pueden ser falsos', apuntó.
En tanto, el representante ruso ante la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, Alexander Shulguin, negó la implicación de Moscú en esos sucesos y lamentó que esa organización sea parte de juegos políticos sucios impulsados por el Gobierno británico.
Según la agencia de noticias Sputnik, Shulguin criticó a la administración de May por realizar acusaciones infundadas y evitar presentar pruebas concretas.
Mientras, el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, recordó que el Reino Unido ha rechazado en varias ocasiones la cooperación de Rusia en las indagaciones correspondientes.
El 4 de marzo de este año, Skripal y su hija fueron encontrados inconscientes en un parque de la localidad británica de Salisbury y casi de inmediato Londres acusó a Moscú de organizar un ataque químico, aunque no ofreció evidencia alguna.
El Gobierno de May empleó el caso Skripal para llamar a un bloqueo diplomático contra Rusia, que fue seguido por una veintena de naciones, de donde fueron expulsados decenas de funcionarios del país euroasiático.
El 4 de mayo último una pareja de británicos adictos a las drogas fueron hospitalizados en Amesbury, a 13 kilómetros de Salisbury, con síntomas que, según Londres, coinciden con el empleo de un neuroparalizante codificado en Occidente como Novichok.
Rusia exigió explicaciones al Reino Uniso sobre la rápida determinación del tipo de sustancia para aplicar antídotos en ambos casos y la cercanía de los hechos al laboratorio militar de Port Down, donde se crean armas químicas.
En declaraciones a la prensa, la portavoz del Ministerio ruso de Relaciones Exteriores, María Zajárova, rechazó las acusaciones contra su país y aseguró que esos nombres no tienen ningún significado para las indagaciones en curso.
Los datos y las imágenes publicadas no nos dicen nada. Pedimos a Londres dejar las acusaciones públicas y la manipulación informativa para pasar a la cooperación práctica entre los órganos de seguridad de ambos Estados, aseveró.
Las investigaciones sobre un crimen tan serio exigen un trabajo más concienzudo, un análisis escrupuloso y una sólida colaboración, añadió.
Por su parte el asesor del Kremlin para asuntos exteriores, Yuri Ushakov, indicó que los detalles ofrecidos por Londres son contradictorios.
'No sabemos por qué el Reino Unido hace esto y qué señal nos quiere enviar. Esos apellidos no son conocidos por nosotros y, además, la propia Scotland Yard señala que pueden ser falsos', apuntó.
En tanto, el representante ruso ante la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, Alexander Shulguin, negó la implicación de Moscú en esos sucesos y lamentó que esa organización sea parte de juegos políticos sucios impulsados por el Gobierno británico.
Según la agencia de noticias Sputnik, Shulguin criticó a la administración de May por realizar acusaciones infundadas y evitar presentar pruebas concretas.
Mientras, el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, recordó que el Reino Unido ha rechazado en varias ocasiones la cooperación de Rusia en las indagaciones correspondientes.
El 4 de marzo de este año, Skripal y su hija fueron encontrados inconscientes en un parque de la localidad británica de Salisbury y casi de inmediato Londres acusó a Moscú de organizar un ataque químico, aunque no ofreció evidencia alguna.
El Gobierno de May empleó el caso Skripal para llamar a un bloqueo diplomático contra Rusia, que fue seguido por una veintena de naciones, de donde fueron expulsados decenas de funcionarios del país euroasiático.
El 4 de mayo último una pareja de británicos adictos a las drogas fueron hospitalizados en Amesbury, a 13 kilómetros de Salisbury, con síntomas que, según Londres, coinciden con el empleo de un neuroparalizante codificado en Occidente como Novichok.
Rusia exigió explicaciones al Reino Uniso sobre la rápida determinación del tipo de sustancia para aplicar antídotos en ambos casos y la cercanía de los hechos al laboratorio militar de Port Down, donde se crean armas químicas.