Moscú, 5 sep (RHC) Rusia denunció en la ONU la injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de Nicaragua y la intención de Washington de emplear el Consejo de Seguridad como un juez contra el país centroamericano.
El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, destacó las repercusiones negativas para Nicaragua durante un debate convocado por la representación estadounidense que preside este mes el Consejo, el cual fue rechazado por varios miembros de la ONU.
Al respecto el diplomático ruso aseveró que algunos integrantes del Consejo de Seguridad quieren hacer presión sobre un Estado soberano para que realice cambios, pero tras el debate convocado ahora es posible que la polarización en Nicaragua se incremente y fortalezca.
También criticó la histórica injerencia del país norteño en varias naciones latinoamericanas y al respecto enfatizó que si Estados Unidos está tan preocupado por la situación de los ciudadanos nicaragüenses lo lógico sería que levante las medidas restrictivas que impuso a ese país por motivos políticos.
Asimismo subrayó que la situación en ese territorio centroamericano se ha estabilizado en los últimos días, y cómo los problemas allí deben resolverse por un diálogo pacífico a lo interno del país, y no por medio de la injerencia de una potencia extranjera y destructora.
Por su parte, la vicepresidenta de Nicaragua Rosario Murillo aseguró: los nicaragüenses “no nos arrodillamos, (porque) no somos siervos de los poderosos, no somos mendigos de injerencia (…), somos libres, jamás volveremos a ser esclavos”, afirmó.
Al condenar el intento de golpe de Estado en el país, Murillo destacó las virtudes del pueblo y sus ansias de recuperar la paz, seguridad y estabilidad, luego de más de cuatro meses de crisis sociopolítica.
“Somos un pueblo altivo, libre, digno, y nuestro espíritu libre, digno, potente, eso sí es poder, el poder del espíritu, el poder del amor”, expresó.
La vicepresidenta refirió que el país retorna a la normalidad, aunque resaltó la importancia del diálogo y la reconciliación desde las familias, las comunidades, como única alternativa posible para consolidar la paz y el respeto al otro.
Aquí no hay cabida para el odio, aquí reina y vence el amor, apuntó Murillo al celebrar que cada vez son más los nicaragüenses que no están truncados por ese sentimiento.
El gobierno de Nicaragua demandó esta jornada en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el cese de toda política intervencionista contra el país, cuya situación no afecta la paz y la seguridad internacionales, según dijo el canciller nicaragüense Denis Moncada.
La sesión de este miércoles, convocada por Estados Unidos en su calidad de presidente en septiembre, para abordar la situación nicaragüense, resulta una clara violación de la Carta de la ONU, recalcó el canciller.
En Nicaragua somos amantes de la paz, fortalecemos la seguridad, y defendemos los derechos humanos de forma integral, dijo Moncada, quien llamó a respetar los principios de independencia, soberanía y autodeterminación de los pueblos que promueve la organización multilateral.
A su vez agradeció a los países que reconocieron que Nicaragua no es una amenaza a la paz y la seguridad internacionales, y que no amerita ser parte de la agenda del Consejo de Seguridad.