Buenos Aires, 25 sep (RHC) Tras el grito de la clase trabajadora que retumbó la víspera en las calles, la agitada ciudad de Buenos Aires amanecerá hoy desolada, poco ruidosa, por el paro general de las tres centrales obreras del país.
Aunque desde ayer comenzaron a sentirse los efectos de la protesta, este martes habrá un silencio sepulcral en varios puestos de trabajo, no hay transporte de ningún tipo desde antes de la madrugada, los vuelos fueron suspendidos, las escuelas sin clases, los bancos cerrados y los hospitales con el personal indispensable, refiere Prensa Latina.
Tras la avanzada de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) y la CTA Autónoma, que encabezan una protesta general de 36 horas desde ayer, hoy la Confederación General del Trabajo (CGT) paraliza todos sus gremios adheridos de punta a punta del país como respuesta a las políticas de ajuste del Gobierno, contra los despidos y el acuerdo con el FMI, entre otros reclamos.
Mientras que el presidente Mauricio Macri se encuentra en Nueva York donde hoy tomará la palabra en la 73 edición de la Asamblea General de Naciones Unidas, en el país la efervescencia social se siente y muchos sindicatos se adhirieron a la protesta en medio de una situación ya difícil por la emergencia económica que ha golpeado fuertemente a los que menos tienen.
Cuando faltan pocos meses para que finalice el año y están casi a las puertas dos eventos de gran magnitud, los Juegos Olímpicos Juveniles y la cumbre de líderes del G20, las marchas y protestas de los trabajadores siguen en pie y hoy también reclaman por el proyecto de ley de presupuesto que, subrayan, traerá más ajuste y recorte.
Aunque la CGT no convocó a movilización, se espera que en esta jornada haya cortes de rutas y concentraciones de otros sindicatos y organizaciones.
La marcha de ayer fue contundente. Allí estaban los trabajadores despedidos del sector estatal y otros que sufren por saber si serán los próximos en la lista. Los de varios ministerios que piden la reincorporación a sus puestos, los docentes con sus reclamos de mejoras salariales y condiciones para las escuelas, los bancarios y los del sector de la salud, y también los de Cultura.
Hoy la jornada se espera complicada y las pequeñas y medianas empresas, otro de los sectores golpeados por la situación económica, anuncian un 'persianazo', consistente en frenar sus actividades de comercio e industria para reclamar contra un modelo que está produciendo 'efectos devastadores', señalan.
Este será el cuarto paro general que enfrenta el Gobierno y el segundo en este 2018 convocado por la CGT, tras uno similar el 25 de junio pasado.
(Prensa Latina-Cubasi)