Washington, 5 oct (RHC) El Banco Mundial consideró de frágil la recuperación de las economías de América Latina y el Caribe luego de años difíciles, pues la entrada neta de capitales a la región pasó de un máximo de más de 49 000 millones de dólares en enero del 2018 a casi 19 000 millones de dólares en agosto.
Carlos Végh, economista jefe del organismo para la región, reveló que la crisis económica de Argentina desde abril, la desaceleración del crecimiento en Brasil, el deterioro de la situación en Venezuela y un entorno externo más desfavorable, se espera ahora una expansión de solo 0,6% en el 2018, contra el esperado 1,7 hace un semestre.
El economista, de nacionalidad uruguaya, dijo que para 2019 la proyección de crecimiento de Latinoamerica de poco más de 2% fue recortada a 1,6.
Mientras Uruguay, a pesar de estar consciente de que no habrá resultados a corto plazo en su desarrollo económico seguirá pugnando por una revisión de los criterios de ayuda de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La directora de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional, Andrea Vignolo, da continuidad al planteamiento crítico formulado por el presidente del país, Tabaré Vázquez, al intervenir ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el mes pasado.
Ambos se quejan de que OCDE escapa del compromiso de aportar recursos equivalentes al 0,7 por ciento de su producto interno bruto, a fin de combatir situaciones de desigualdad y pobreza.
Desde 2013 Uruguay es considerado por el Banco Mundial como un país de renta alta, categoría establecida para los estados con un ingreso per cápita de más de 12 500 dólares aproximadamente, explicó la ejecutiva de AUCI.
Pero tal como sostuvo el mandatario en la ONU, aunque el país mantiene un crecimiento sostenido persisten brechas estructurales en las que la ayuda podría ser útil.
Vignolo enumera entre los efectos directos del criticado concepto la disminución o cancelación de recursos financieros y técnicos, como donaciones, préstamos y becas, así como otras posibles consecuencias como la exclusión del sistema multilateral de preferencias arancelarias y el aumento de las tasas de interés de algunos préstamos.
El gobierno, a través de la AUCI, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y los ministerios de Relaciones Exteriores y de Economía, promovió un ámbito de diálogo con Chile, país que como Uruguay fue retirado de la lista de elegibles por el Comité de Ayuda Oficial al Desarrollo.
El planteo de Uruguay cuenta, además, con el respaldo de otros países de América Latina y África, así como de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Centro de Desarrollo de la OCDE, aseguró Vignolo.
