Las informaciones precisan que entre esas personas se incluyen niños y mujeres, quienes llegaron a El Paso, Texas y esperaron durante más de seis horas para que la patrulla fronteriza los detuviera y solicitar asilo.
Una decena de organizaciones de la sociedad civil de Ciudad Juárez y El Paso formaron una red binacional de solidaridad para atender a centroamericanos que pretenden cruzar sin documentos por Chihuahua, señalan medios de comunicación de esa entidad.
Entretanto el presidente Donald Trump amenazó con cerrar la frontera entre Estados Unidos y México para impedir el cruce de migrantes indocumentados.
El mandatario usó su habitual plataforma en Twitter, donde escribió a sus más de 56 millones de seguidores que “cerraremos toda la frontera sur si es necesario”.
“Además, detendremos las drogas!”, apostilló con letras mayúsculas en el mensaje en ese servicio de microblogging en referencia a la eventual puerta de entrada de los estupefacientes a su país, el mercado consumidor más grande del mundo.
En el propio texto, el republicano culpó a sus adversarios demócratas de obstruir su deseo de levantar la pared fronteriza.
“Salvaríamos miles de millones de dólares si los demócratas nos dieran los votos para construir el Muro. De cualquier manera, las personas no podrán ingresar ilegalmente a nuestro país”, enfatizó el ocupante de la Oficina Oval.
Por supuesto, esta insistencia es porque a partir de enero los del partido azul -que recuperaron el control de la Cámara de Representantes en el Congreso- son contrarios a otorgar fondos para construir la tapia, para la cual son necesarios unos cinco mil millones de dólares, a juicio del estadista.
Con bastante frecuencia en los últimos tiempos, Trump ha amenazado con cerrar la frontera, incluso de forma definitiva, y también le ha tirado con lo mismo al gobierno si el Congreso no aprueba el presupuesto para la construcción del controvertido muro.
Según el jefe de la Casa Blanca -quien ha sido blanco de innumerables críticas por su postura antiinmigrantes- está considerando aprobar una extensión de dos semanas de financiamiento gubernamental para dar más tiempo al Capitolio tras la muerte del expresidente George H.W. Bush.
Estados Unidos y México comparten una frontera que supera los tres mil kilómetros de longitud.