México, 11 ene (RHC) México rechaza militarizar su frontera sur ante la anunciada llegada de una nueva caravana de emigrantes procedente de Honduras, pero exigirá el cumplimiento de trámites migratorios, dijo hoy un funcionario.

Alejandro Encina Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población, indicó que se permitirá el libre tránsito de emigrantes, se les dará seguridad, se respetarán los derechos humanos y la dignidad de los emigrantes pero dentro de un orden, reporta Prensa Latina.

La Secretaría de Gobernación del gobierno federal a cargo de Olga Sánchez Cordero, insistió en que implementa medidas y controles de flujo migratorio en la frontera México-Guatemala, como la obtención de huellas dactilares, registros, firmas y entrevistas, con el objetivo de lograr un éxodo ordenado y seguro.

Encina Rodríguez dijo que va a haber seguridad, porque se tiene que garantizar la seguridad de los mismos centroamericanos, pero procuraremos una emigración regulada, que la gente entre y se registre y revisaremos la calidad migratoria que cada uno de ellos tenga o requiera, agregó.

El funcionario enfatizó que están en capacidad de implementar una operación para atender a 10, 15 ó 20 mil personas, las que sean necesarias, pero no es lo que se desea.

Precisamente este viernes concluye una visita a Honduras y El Salvador del Comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Tonatiuh Guillén López, con el objetivo de contener los flujos migratorios y explicar los planes del gobierno en su búsqueda de atacar las causas del éxodo centroamericano.

La Secretaría de Gobernación dijo que Guillen López aborda esa situación con sus homólogos, autoridades gubernamentales, académicos y sociedad civil de ambas naciones, y en particular las regulaciones a la nueva caravana que se está organizando y que posiblemente salga hacia México la próxima semana.

Encina Rodríguez expresó que con esas acciones el Instituto Nacional de Migración reitera su compromiso irrestricto de respetar los derechos humanos de los emigrantes y de informar objetivamente sobre la política de México en la materia.

Al ser preguntado sobre la situación de los migrantes que se encuentran todavía en Tijuana, Baja California, respondió que si se le creyera a Donald Trump estaríamos a punto de una invasión a los Estados Unidos. Pero si somos objetivos veremos que en realidad hay un fenómeno migratorio importante, pero no hay una crisis en la frontera como él dijo.

Lo que sucede, explicó, es que este fenómeno, este éxodo, adoptó nuevas modalidades en la forma que se emigra a través de una caravana, pero tenemos más de 350 mil personas emigrando todos los años, y es la situación que queremos ordenar y regular en nuestro país.

(Prensa Latina)