Damasco, 16 ene (RHC) La explosión provocada por un sabotaje con bomba en la ciudad siria de Manbij, dejó la cifra de 12 muertos, incluidos al menos cinco militares estadounidenses.
Videos de aficionados y de medios televisivos captaron el instante del estallido, al parecer -y según los datos recopilados- causado por un suicida y cuya autoría se acreditó en las redes el Estado Islámico, Daesh en árabe.
El local, una cafetería en medio de una estrecha calle de la población, era vigilado por patrullas de la coalición internacional que lidera Estados Unidos porque allí se celebraba una reunión del Consejo Militar de la zona.
Otros reportes indicaron que miembros de la inteligencia estadounidense y francesa llegaron al lugar para desarrollar las investigaciones pertinente mientras otros videos detallan un intenso movimiento en la ciudad de vehículos con la bandera de Estados Unidos.
Manbij, una población a unos 40 kilómetros de la frontera con Turquía, pertenece administrativamente a la provincia siria de Alepo y es escenario de confrontación entre fuerzas de Ankara, de grupos kurdos y de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
En los alrededores se despliegan efectivos del Ejército sirio tras un acuerdo concretado recientemente con las FDS y ante una anunciada ofensiva de las tropas turcas tras una programada retirada de Estados Unidos que aún no se concreta.
Mientras Rusia mostró nuevas evidencias sobre una posible relación entre Estados Unidos y el grupo terrorista Estado Islámico (EI), en especial, en el caso de Afganistán, en medio de una campaña mediática contra este país.
Prestamos atención a la evidencia continua de, si no directa, al menos indirecta, de los vínculos entre los estadounidenses y el EI, señala un comentario de la Cancillería rusa.
El movimiento talibán se refirió a una redada dirigida por Estados Unidos para capturar una prisión de ese grupo en la provincia de Badghis, que contenía militantes del EI, capturados en el norte de Afganistán, en agosto de 2018, destaca el texto.
Todas estas personas fueron llevadas por fuerzas especiales norteamericanas en una dirección desconocida, señala el documento. Según algunos informes, entre los presos podrían estar ciudadanos de Rusia y de los estados de Asia Central, afirma.