San José, 20 feb (RHC) La Asociación Costarricense de Derechos Humanos (Acodehu) exigió al Gobierno de Costa Rica que retire su posición deleznable sobre Venezuela, la cual es contraria a los acuerdos internacionales rubricados por este país.
“El pueblo democrático de Costa Rica no debe aprobar la decisión del gobierno de Carlos Alvarado. El gobierno de Venezuela y el presidente Nicolás Maduro son producto de procesos electorales democráticos, reconocidos a nivel internacional”, apunta un comunicado de la Acodehu divulgado en las redes sociales.
El gobierno de Carlos Alvarado violenta el derecho internacional y ofende el sentimiento y la conciencia del pueblo de Costa Rica, porque nuestro pueblo defiende la democracia y respetamos el sagrado principio de la autodeterminación de los pueblos del mundo, resalta el texto de esa Asociación.
Asegura que que 'el gobierno de Costa Rica hace el ridículo ante nuestro pueblo y nos expone ante la amenaza de una potencia militar, que tiene el objetivo de invadir al país hermano de Venezuela e involucrar y desestabilizar a otros países y pueblos hermanos de la Patria de Bolívar'.
Por ello, señala que “debemos demandar del actual Gobierno de este país una política de protección a nuestro pueblo, ante el peligro de este juego geopolítico y una guerra regional provocada por la potencia militar oprobiosa de los Estados Unidos”.
“Desde la Acodehu hacemos un llamado vehemente, a diferentes organizaciones y al movimiento social de este país, para que tomemos acciones firmes de legítimo reclamo al gobierno de Carlos Alvarado por el sometimiento a los intereses del gobierno de Donald Trump (presidente de Estados Unidos)”, indica el comunicado.
De igual manera, agrega, “exigir a los tres poderes de la República de Costa Rica su posición a favor del respeto a la normativa internacional para detener la invasión militar de los Estados Unidos a Venezuela y otros países de esta región”.
Mientras el diputado por el costarricense Frente Amplio José María Villalta negó hoy que la vía del diálogo y las negociaciones esté agotada y sólo exista la opción de la guerra en Venezuela, pues siempre hay una oportunidad para la paz.
“Se puede empezar por honrar la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)”, asegura Villalta en un amplio artículo, divulgado en redes sociales.
El diputado frenteamplista considera que se debe ayudar al esfuerzo de Naciones Unidas y el Mecanismo de Montevideo, las de México y los países del Caribe y cualquier otra que surja para detener una intervención militar que se sabe cuándo se inicia pero nunca cómo y cuándo termina.
“Todavía hay tiempo. El presidente (de Costa Rica, Carlos) Alvarado debe reflexionar y el Poder Ejecutivo debe rectificar y volver a los fundamentos de la política exterior tica; desde su neutralidad promover el diálogo, buscar espacio para las negociaciones y una salida pacífica del conflicto construida por los propios venezolanos hoy enfrentados”, asevera.
Recuerda que la invasión y la ocupación de Iraq por parte de Estados Unidos y sus aliados duró ocho años, desde 2003 hasta el 2011, y murieron según los datos más conservadores 109 mil iraquíes, de los cuales 66 mil eran personas civiles.
“Ambas partes fueron acusadas de torturar inocentes. La infraestructura del país, incluyendo la petrolera, fue devastada y las piezas arqueológicas destruidas o robadas. La inestabilidad política y el desastre económico no se superan todavía”, señala Villalta.
Denuncia que hoy de nuevo estamos al borde de una guerra por la conquista del petróleo justificada con 'fines humanitarios'.
Solo que -indica- en esta ocasión no es a miles de kilómetros de distancia, sino “a la vuelta de la esquina”, en Venezuela, donde la administración Trump (Donald, presidente de Estados Unidos) sin duda alguna prepara una intervención militar.
Rememora que el entonces presidente Abel Pacheco incluyó a Costa Rica en la coalición que Estados Unidos integró para la guerra contra Iraq y precisa que esto ocurrió en el mes de marzo de 2003, cuando renegó de la tradicional política exterior tica fundamentada en la promoción de la paz y en la búsqueda del diálogo y las salidas negociadas de los conflictos.
El legislador frenteamplista sostiene que otros principios de política exterior como el de no injerencia en los asuntos internos de otros países, la neutralidad perpetua, activa y no armada, y el respeto a la autodeterminación de los pueblos, fueron violentados al apoyar las acciones bélicas contra Iraq.
"Traemos a la memoria este capítulo vergonzoso de la diplomacia costarricense porque parece que la historia se repite. La crisis de Venezuela se está enfrentando con abandono de los principios de la política exterior costarricense para colocarse detrás de los tambores de guerra del presidente de los Estados Unidos", subraya Villalta.
Asegura que "el presidente Carlos Alvarado se convierte en embajador itinerante de Donald Trump y de Elliot Abrams (condenado por el 'Irangate' y acusado del encubrimiento de decenas de asesinatos en Centroamérica como los de Oscar Arnulfo Romero y los sacerdotes jesuitas y otras violaciones a los derechos humanos en El Salvador)".
Apunta que 'Alvarado se va a promover la guerra abandonando un país con un millón 142 mil personas sobreviviendo en la pobreza (20 por ciento de las familias) y 293 mil personas en el desempleo (12 por ciento de la fuerza laboral); con comedores escolares sin alimentos, con comunidades donde hace falta el agua potable y con un sistema de seguridad social en serio riesgo'.