San Salvador, 25 feb (RHC) La movilización de los sectores populares y grupos de solidaridad con Venezuela prosigue en todo el mundo para abogar por la paz y en rechazo a los planes bélicos impulsados por Estados Unidos contra el gobierno bolivariano.
En declaraciones al canal Gentevé, el ministro consejero de la embajada de Venezuela en El Salvador cuestionó el 'show mediático' apoyado por la oligarquía internacional para justificar una agresión a su país.
Para Díaz, detrás de la autoproclamación de Guaidó y la supuesta ayuda de Estados Unidos subyace una estrategia para desconocer a Nicolás Maduro, presidente democráticamente electo en los comicios de mayo pasado.
A su vez, el diplomático venezolano Fernando Díaz señaló que la supuesta 'ayuda humanitaria' promovida por EE.UU. es una fachada intervencionista para militarizar a Venezuela y destruir su proceso democrático.
Nataly Acosta, de la Red Salvadoreña de Solidaridad con Venezuela, agregó que el denominado 'golpe suave' contra el proceso bolivariano responde al interés de la oligarquía petrolera de recuperar el control de los recursos.
“Venezuela se ha visto en la necesidad de generar resistencia, de abrir el comercio al mundo y a otros países como la India para poder abordar esta crisis que se ha instalado de manera permanente”, afirmó Acosta.
Mientras el gobierno de México reiteró un llamado a las partes en el conflicto de Venezuela, internas y externas, a rechazar el uso de la fuerza y encontrar una salida pacífica mediante el Mecanismo de Montevideo.
Una declaración oficial de la Secretaría de Relaciones Exteriores reitera la posición mexicana de no injerencia en los asuntos internos de los estados, ante los enfrentamientos violentos del sábado pasado en puntos de la frontera de Venezuela con Colombia.
En el comunicado la Cancillería señaló que el diálogo en Venezuela, con un plan estratégico concreto, se mantiene como una alternativa para llegar a una solución pacífica y cobra mayor pertinencia, tras los enfrentamientos del sábado.
Expresó que “lamenta los enfrentamientos violentos que tuvieron lugar el pasado sábado 23 de febrero en distintos puntos del territorio fronterizo de Venezuela” y planteó que el Mecanismo de Montevideo es una opción de diálogo viable e incluyente.
Reiteró que esa propuesta se mantiene como una alternativa hacia una solución pacífica y que cobra aun mayor pertinencia a la luz de los acontecimientos más recientes.
Precisó que de existir un acuerdo entre ambas partes para dialogar, México “reitera su disposición para apoyar y desplegar un instrumento efectivo de diplomacia diseñado para la solución de conflictos de forma pacífica”.
El comunicado de la secretaría está en línea con lo expresado por el presidente Andrés Manuel López Obrador esta mañana en su conferencia de prensa matutina, cuando ratificó la postura mexicana de “solución pacífica a las controversias”, como se desprende de la Constitución.
También el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) llamó a la comunidad internacional a sumarse al llamado de paz, diálogo y la negociación como solución para la situación actual en Venezuela.
En un comunicado, esa institución con sede en Buenos Aires -que agrupa a 624 centros de investigación y posgrado en el campo de las ciencias sociales y las humanidades en 47 países- dijo no al intervencionismo y la pretensión de Estados Unidos para desestabilizar a esa nación.
Hoy Venezuela vive una grave situación, que va prefigurando la posibilidad de una invasión o una guerra civil, vulnerando los principios de soberanía de esa nación, sostiene la misiva.
A su vez, subraya como el enfrentamiento político entre el proceso bolivariano y sus opositores, aliados a intereses extranjeros, se agrava con la intervención de gobiernos de la región y de fuera de ésta.
Es especialmente evidente el papel del gobierno de Estados Unidos en los acontecimientos más recientes, apunta el texto que hace referencia a cómo las guerras e invasiones, bajo el eufemismo de “intervenciones humanitarias” nunca han sido solución para ninguna crisis.
Por el contrario, siempre han empeorado los hechos, con pérdidas humanas, materiales y heridas que persisten durante mucho tiempo.
“Nuestro continente tradicionalmente se ha caracterizado por la búsqueda afanosa de la paz y ha aportado doctrina importante sobre el no uso de la fuerza, la no intervención en los asuntos internos de los Estados, el respeto por la soberanía y la igualdad jurídica de ellos”, indica.
A finales de enero de 2014 en La Habana, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños declaró a la región como una zona de paz, recuerda el texto.
En su llamamiento, los miembros de Clacso señalan su convicción de que los venezolanos tienen la responsabilidad, integridad y capacidad suficientes para poder resolver sus propios problemas y conflictos.
Respaldamos la puesta en práctica de un mecanismo de diálogo como una alternativa pacífica y democrática que privilegie la paz para lograr una salida integral, comprensiva y duradera, destaca.
El Consejo también envía su solidaridad a las fuerzas democráticas, entidades académicas y movimientos populares de América y el mundo que luchan por el principio de no intervención, apoyan la paz, el diálogo y la negociación en Venezuela.