Buenos Aires, 1 mar (RHC) Mientras el mandatario argentino, Mauricio Macri, recibía al autoproclamado presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó, en las calles de Buenos Aires miles de personas protagonizaron una gran protesta con las cacerolas en mano para repudiar las políticas de ajuste de su Gobierno.
Tras la reacción que generó en una parte de la sociedad su discurso en la apertura del 137 período de sesiones ordinarias del Congreso esta mañana, donde hizo loas a la gestión de su Gobierno en estos cuatro años, decenas de porteños ocuparon avenidas y plazas para repudiar los constantes tarifazos, la inflación y el alto costo de la vida.
“Estamos acá en esta lucha contra el tarifazo, que se vaya este Gobierno, sentí que con su discurso de hoy Macri nos toma el pelo de una forma descarada, han hipotecado a país”, apuntó en declaraciones a la revista digital Periodismo por Venir, el padre Paco Olveira, integrante del Grupo de Curas en Opción por los Pobres, presente en el cacerolazo.
Como él, otro gran grupo de manifestantes se acercó a la Plaza de Mayo, en las inmediaciones de la Casa Rosada, e hizo repicar sus cacerolas contra el alza en los servicios como el gas, la electricidad y el agua, un ruidazo replicado en otros puntos de la geografía argentina.
Durante su intervención en el Palacio Legislativo, el mandatario habló de inflación, pobreza, empleo, educación, justicia independiente y reafirmó el rumbo de sus políticas al asegurar que “lo que estamos haciendo no tiene vuelta atrás” y que Argentina está mejor parada que en el 2015, lo que generó fuertes críticas en las redes sociales.
La oposición consideró que en su discurso Macri describió 'un mundo mágico disociado de la realidad y cargado de cinismo'.
La marcha contra los tarifazos había sido convocada días previos para este viernes como viene sucediendo desde enero, cuando de manera espontánea ciudadanos se juntaron para protestar.
Hoy volvió a tomar fuerza en un inicio del tercer mes de 2019 que llega otra vez con subidas a los precios en servicios como el combustible que registró un alza desde este viernes de un 2,8 por ciento más en la petrolera YPF.
También se avecinan aumentos en el transporte público, entre ellos el metro, en la electricidad y en el servicio de los celulares.