Argel, 7 may (RHC) Miles de estudiantes de Argelia protagonizan una huelga en las calles de casi todo el país como continuidad a las movilizaciones populares que desde el 22 de febrero reclaman cambios en su sistema político.
Este martes se convirtió en la oncena ocasión consecutiva en que los jóvenes de diversas universidades alzaron su voz en Argel y distintas provincias (wilayas) a modo de expresar su descontento y abogar por un cambio radical en el eje de poder.
Medios de prensa describieron que ni las altas temperaturas de mayo ni el encontrarse en las celebraciones por el mes sagrado del Ramadán impidieron la convocatoria.
La bandera nacional y numerosos carteles acompañaron las pacíficas marchas, mientras los cuerpos de seguridad presenciaban a la distancia a los estudiantes, quienes gritaban por la salida de todos sus símbolos y el advenimiento de una nueva República.
Asimismo vociferaban por una “Argelia libre y democrática” y “todos se van”, en alusión a figuras clave identificadas como las tres B que hoy permanecen en el poder como el actual mandatario interino, Abdelkader Bensalah, y el primer ministro Nouredin Bedaui.
Con anterioridad y presionado por las movilizaciones renunció al cargo el presidente del Consejo Constitucional, Tayez Belaiz, los tres reconocidos como muy cercanos al exgobernante Abdelaziz Bouteflika, quien dimitió el 2 de abril también obligado por las circunstancias.
Otra de las personalidades que muchos de los manifestantes consideran debe abandonar su cargo y no pocos carteles hacen alusión a ello, es el jefe del Estado Mayor, Ahmed Gaid Salah, de 79 años.
El también viceministro de Defensa fue elogiado el domingo por el presidente cuando en un mensaje a la nación, a propósito del comienzo del Ramadán, ponderó al Ejército Nacional Popular y a su mando “por la lucidez y el compromiso” al lado del pueblo.
Temas recurrentes de las protestas de los últimos días, y también ese martes, fue el de pedir cuentas a los corruptos y corruptores y la suspensión de las elecciones previstas para el 4 de julio.
En el primero de los casos ha habido una arremetida contra prominentes personalidades de la vida política y empresarial del país por desfalcos públicos, incluidos Said, el hermano menor de Bouteflika, y los generales Bachir Athmane Tartag y Mohamed Mediene, vinculados a los servicios de Inteligencia.
También se sumaron el exprimer ministro Ahmed Ouyahia y el exgobernador del Banco Central y ministro de Finanzas, Mohamed Loukal, acusados “por el despilfarro de fondos públicos y privilegios indebidos”, entre otros.
Respecto a los comicios de julio, Bensalah dijo en su mensaje del domingo que “un diálogo lo más amplio posible, inteligente, constructivo y fidedigno sigue siendo la única forma de lograr un consenso fructífero”.
Manifestó que garantizar ese diálogo permitirá crear las condiciones necesarias para la celebración, en los plazos acordados, de las elecciones presidenciales.