Washington, 4 jun (RHC) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha emprendido guerras comerciales contra varios de sus socios, dentro de una calculada estrategia política de cara a su eventual reelección en las elecciones del año 2020, afirmaron expertos.
Trump anunció el jueves pasado en su cuenta de Twitter que si México no detenía el flujo de migrantes centroamericanos hacia su país, impondría aranceles a todas las importaciones mexicanas, primero con una tasa del 5.0 por ciento hasta llegar al 25 por ciento.
El gobernante estadounidense utilizó horas después la misma red social para anunciar que el próximo 18 de junio formalizaría su intención de buscar la reelección en las elecciones de noviembre de 2020, reporta Telesur.
Para el director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef) de México, Jorge Sánchez Tello, la amenaza arancelaria es parte de una estrategia política. "Hay que entender que es un juego político con muchos riesgos”, mencionó el experto.
Los especialistas destacan que las acciones que ha emprendido Trump contra México están dirigidas básicamente a su base electoral: detener la migración ilegal y buscar crear más empleos dentro de la Unión Americana.
El Gobierno de Trump, asimismo, inició una guerra comercial contra China aumentando los aranceles a productos de origen chino a una tasa de entre 10 y 25 por ciento e incluyó en su lista negra comercial a la empresa de telecomunicaciones Huawei y 70 más afiliadas.
La administración estadounidense argumenta que es demasiada la dependencia de EE.UU. de China. Estados Unidos compra más de lo que vende al gigante asiático. El déficit comercial se calcula en 372 mil 200 millones de dólares.
Trump amenazó con imponer aranceles a las importaciones de vehículos provenientes de Japón a menos de que ambas partes lleguen a un acuerdo.
La estrategia obligó al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, a emprender el camino de la negociación y, eventualmente, aceptar la propuesta de Trump de permitir más acceso al mercado japonés para los productos agrícolas y ganaderos estadounidenses. Además, de que empresas japonesas instalen en Estados Unidos fábricas para que trabajadores estadounidenses ensambles autos.
El año pasado, Trump aplicó aranceles a las importaciones de acero y aluminio provenientes de Europa y amenazó con imponer un gravamen de 25 por ciento a las importaciones automotrices europeas.
El gobernante argumenta que las importaciones de vehículos y autopartes afecta a la industria automotriz estadounidense y amenaza la seguridad nacional. Sin embargo, la Casa Blanca pospuso esa medida y abrió un proceso de negociaciones comerciales.
A Canadá, la administración estadounidense le aplicó una tasa arancelaria a las importaciones de aluminio (10 por ciento) y acero (25 por ciento). Ya levantó esa medida luego que, dentro del nuevo Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), Washington negoció el aumento de las exportaciones de lácteos estadounidenses a su vecino del norte.
En el más reciente capítulo de esta guerra comercial, Trump dio a conocer el viernes pasado que EE.UU. terminará su tratamiento comercial preferencial para India el próximo 5 de junio, debido a que esa nación no garantizó a Estados Unidos un acceso “equitativo y razonable” a sus mercados.
Con base en el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), un beneficio unilateral que terminará el miércoles, India había logrado realizar exportaciones al mercado estadounidense por el orden de los siete mil 200 millones de dólares anuales.
India está pensando en aplicar aranceles a productos estadounidenses en represalia.
(Telesur)