Naciones Unidas, 8 jun (RHC) Los nuevos miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU trazan sus prioridades para el mandato 2020-2021: ellos son Vietnam, San Vicente y las Granadinas, Níger, Túnez y Estonia.
El viceministro de asuntos exteriores de Vietnam, Le Hoai Trung, aseguró que aportarán sus experiencias de resolución de conflictos al asumir próximamente su puesto como miembro no permanente del Consejo de Seguridad.
Mi país vivió una guerra y se recuperó de ella, y ahora queremos aportar todo lo que aprendimos en ese proceso, dijo a la prensa acreditada en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
Por su parte, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, afirmó que defenderá la paz y las vías del diálogo durante el mandato de su nación.
Asimismo, dejó clara la posición de ese país isleño con respecto a la situación en Venezuela: abogamos por la no interferencia y no intervención en sus asuntos internos.
El ministro de Asuntos Exteriores de Túnez, Khemaies Jhinaoui, consideró que la paz es uno de los asuntos pendientes en la región africana y esta será una de sus prioridades en el órgano de 15 miembros.
Para el ministro de Asuntos Exteriores de Níger, Kalla Ankourao, otro de los temas centrales de la labor de su país en el Consejo será combatir el terrorismo y la inseguridad en África, así como impulsar acciones para enfrentar la pobreza.(Fuente:PL)
En tanto, la presidenta de Estonia, Kersti Kaljulaid, se comprometió a que su nación luchará por incrementar la transparencia en el Consejo de Seguridad y tratar de representar los intereses de los pequeños países como el suyo.
Los cinco Estados recien electos la víspera ocuparán sus puestos en el Consejo el 1 de enero del próximo año y prestarán servicio hasta el 31 de diciembre de 2021.
Ese organismo está compuesto por 15 integrantes, cinco de ellos son miembros permanentes y poseen derecho al veto: Rusia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y China. Los otros 10 alternan según un período determinado.
Desde hace años, esa estructura genera gran inconformidad entre las naciones de la ONU, pues consideran que ya no se ajusta a la realidad mundial ni permite que todas las áreas geográficas estén representadas por igual.