San Petersburgo, Rusia, 8 jun (RHC) Acuerdos comerciales emanaron del XXIII Foro Económico Internacional de San Petersburgo que concluye con una mirada positiva hacia las relaciones comerciales basadas en la cooperación y los esfuerzos mutuos.
Las intervenciones de ayer de los presidentes ruso, Vladimir Putin, y chino, Xi Jinping, resaltaron la necesidad de retomar el camino de una economía mundial, donde las guerras comerciales, las imposiciones o las sanciones no tengan cabida y se respeten los intereses de cada país.
Rusia y China parecieron demostrar lo fructífera que puede ser una relación comercial, cuando, al llegar a 108 000 millones de dólares en el intercambio comercial en 2018, se pudo constatar que las áreas de cooperación se ampliaron y diversificaron vertiginosamente.
Ambas naciones cooperan para la construcción de un avión de gran fuselaje para vuelos de larga distancia y un nuevo helicóptero, mientras que el jefe de Roskosmos, Dmitri Rogozín, conversó con China sobre la posibilidad de fabricación conjunta de cohetes portadores de gran peso.
El gigante asiático recién realizó un lanzamiento al espacio desde una plataforma marítima y tiene planes de instalar en el futuro su propia estación orbital permanente, por lo que existen perspectivas de colaboración en ese sentido.
Además, China participa con capital y tecnología en la construcción de una estación de gas comprimido en el Lejano Oriente ruso, al tiempo que en este verano debe entrar en funcionamiento del gasoducto Fuerza de Siberia, para suministrar ese combustible al vecino asiático.
En estos casos, nadie habla de imponer aranceles adicionales, sanciones por mantener el comercio con terceros países, como tampoco se busca frenar la competencia con medidas judiciales, como a menudo lo hace Washington en los últimos tiempos.
Además, la participación de cientos de compañías foráneas en el foro económico de esta urbe demuestra que el régimen de sanciones impuesto por potencias occidentales europeas y Estados Unidos cada vez tiene menos razón de ser.
El evento también tuvo espacio para la discusión de las potencialidades del desarrollo de las relaciones comerciales entre América Latina y la vanguardia del proceso de integración en esta región: la Unión Económica Euroasiática (UEE).
La entidad regional, integrada por Rusia, Belarús, Kazajstán, Armenia y Kirguistán, avanza aceleradamente en el cumplimiento de sus postulados, incluido lo referido a la libre circulación de capital, personal y bienes entre estas naciones.