Moscú, 28 jun (RHC) El presidente ruso, Vladimir Putin, y la primera ministra británica, Theresa May, analizaron hoy en Osaka el caso del supuesto envenenamiento del exagente de inteligencia Serguei Skripal y su hija Julia.
De acuerdo con el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, Putin y May debatieron cara a cara el referido caso, ocurrido el 4 de marzo del pasado año en la ciudad inglesa de Salisbury, en un encuentro en la referida ciudad japonesa, indicó la televisión capitalina.
La jefa de Gobierno británico demandó un castigo para los responsables del presunto ataque químico, aunque en ningún momento Londres fue capaz de presentar siquiera acusaciones contra alguna persona en específico y solo se refiere a la alegada responsabilidad de Rusia en ese caso.
Moscú demanda que Londres explique cómo pudo determinar de inmediato el arma química empleado contra Skripal y su hija para aplicar el debido antídoto que les salvó la vida, mientras la versión británica estima que Moscú empleó el llamado Novichok, supuestamente elaborado por los rusos.
Además del tema de Skripal, May también reiteró sus amenazas en el encuentro en caso de que el gobierno sirio realicen un ataque químico, en medio de las denuncias de Moscú sobre la preparación de una simulación de empleo de arma química por parte del ejército sirio.
En mayo pasado, el ministerio ruso de Defensa presentó testimonios de civiles sirios que advirtieron sobre la concentración de bidones de cloro por parte de grupos extremistas en una localidad de la provincia siria de Idleb, así como del traslado allí de civiles reclutados.
La dependencia rusa indicó que ello corresponde al esquema utilizado en otras ocasiones por la tristemente célebre organización “Cascos Blancos” para tramar una provocación con sustancias tóxicas y crear un escenario falso de impacto en la población civil para culpar al Ejército.
Medios de prensa consideran que, con sus advertencias, May casi confirma los temores de Moscú de que Occidente espera la realización de la referida provocación para justificar una agresión contra Siria, tal y como ocurrió en abril de 2017.
En una entrevista la víspera al diario británico Financial Times, Putin consideró que la primera ministra británica debía aprovechar la reunión en Osaka para volver a posiciones realistas y analizar asuntos de interés común, para dejar atrás la crisis de los nexos bilaterales.
Pese a las restricciones mutuas existentes, el pasado año el intercambio comercial de ambos estados creció en 7,9 puntos. Sin embargo, de enero a abril de este año, ese parámetro se contrajo en un 17,4 por ciento, indicó el servicio de prensa del Kremlin.