Seúl, 1 jul (Prensa Latina) El líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong-un, consideró su encuentro con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, una muestra de voluntad para avanzar hacia un nuevo futuro.
A su juicio, con este gesto el gobernante norteamericano ilustró su determinación a dejar atrás un pasado marcado por fuertes diferencias, refiere Prensa Latina.
Trump, por su parte, dijo estar orgulloso y aseguró fue un honor el cruzar junto a Kim la línea divisoria de ambas Coreas en la zona desmilitarizada.
Además, convidó al líder de la RPDC a visitarlo en Estados Unidos en algún momento.
Ambos mandatarios intercambiaron saludos y esas palabras, y se tomaron fotografías poco antes de conversar a puertas cerradas en la fronteriza de Panmunjom, donde se les unió el presidente surcoreano, Moon Jae-in.
Tras la reunión Trump señaló a periodistas que formará un equipo de trabajo liderado por su secretario de Estado, Mike Pompeo, para durante dos o tres semanas mantener negociaciones con Corea del Norte sobre la desnuclearización de la península.
Según indicó, quedan muchas cuestiones difíciles por delante, pero confió en poder superarlas en esta nueva etapa de consultas.
Se espera que de este cara a cara se desprenda una tercera cumbre formal entre los dos mandatarios
Después de experimentar grandes avances en 2018, el proceso de desnuclearización quedó estancado en la anterior cumbre de Hanoi, donde Trump le negó a Kim levantar las medidas de castigo a Pyongyang, que incluso prometió no reanudar las pruebas de misiles balísticos y nucleares.
Gran parte de la comunidad internacional se opone a la imposición unilateral de sanciones y en el caso de la RPDC solo entorpeció los diálogos con Seúl y Washington para concretar por la vía diplomática la desnuclearización, la paz duradera y el desarrollo de la península coreana.
Las pláticas de este domingo tuvieron lugar luego que el presidente norteamericano propusiera ayer sostenerlas, en el contexto de su actual visita a Corea del Sur.
Más temprano, Trump se entrevistó con Moon, recorrieron juntos la zona desmilitarizada y encabezó un foro de negocios con empresarios nacionales.
Pero su presencia en Seúl desató una marcha de protesta, mayormente de estudiantes universitarios que condenaron el afán del gobernante de agravar las tensiones en la península.
Con ese mismo propósito también se concentraron de forma pacífica frente a la embajada estadounidense.
Trump, por su parte, dijo estar orgulloso y aseguró fue un honor el cruzar junto a Kim la línea divisoria de ambas Coreas en la zona desmilitarizada.
Además, convidó al líder de la RPDC a visitarlo en Estados Unidos en algún momento.
Ambos mandatarios intercambiaron saludos y esas palabras, y se tomaron fotografías poco antes de conversar a puertas cerradas en la fronteriza de Panmunjom, donde se les unió el presidente surcoreano, Moon Jae-in.
Tras la reunión Trump señaló a periodistas que formará un equipo de trabajo liderado por su secretario de Estado, Mike Pompeo, para durante dos o tres semanas mantener negociaciones con Corea del Norte sobre la desnuclearización de la península.
Según indicó, quedan muchas cuestiones difíciles por delante, pero confió en poder superarlas en esta nueva etapa de consultas.
Se espera que de este cara a cara se desprenda una tercera cumbre formal entre los dos mandatarios
Después de experimentar grandes avances en 2018, el proceso de desnuclearización quedó estancado en la anterior cumbre de Hanoi, donde Trump le negó a Kim levantar las medidas de castigo a Pyongyang, que incluso prometió no reanudar las pruebas de misiles balísticos y nucleares.
Gran parte de la comunidad internacional se opone a la imposición unilateral de sanciones y en el caso de la RPDC solo entorpeció los diálogos con Seúl y Washington para concretar por la vía diplomática la desnuclearización, la paz duradera y el desarrollo de la península coreana.
Las pláticas de este domingo tuvieron lugar luego que el presidente norteamericano propusiera ayer sostenerlas, en el contexto de su actual visita a Corea del Sur.
Más temprano, Trump se entrevistó con Moon, recorrieron juntos la zona desmilitarizada y encabezó un foro de negocios con empresarios nacionales.
Pero su presencia en Seúl desató una marcha de protesta, mayormente de estudiantes universitarios que condenaron el afán del gobernante de agravar las tensiones en la península.
Con ese mismo propósito también se concentraron de forma pacífica frente a la embajada estadounidense.
(Prensa Latina)