Lima, 22 jul (RHC) Una gran represión sufren los manifestantes de la provincia sureña de Islay que demandan el cierre del proyecto minero Tía María, de la transnacional Southern. Ellos tienen bloqueada la carretera y contra ellos se enfrentan efectivos de la policía bien armados.
El primer ministro peruano, Salvador del Solar, confirmó la decisión oficial de enviar tropas del ejército hacia el lugar, que ya se encuentran en el Valle del Tambo, epicentro de la protesta.
Al mismo tiempo, el conflicto se extiende a otras regiones del sur del país, donde la aprobación al presidente Martín Vizcarra cayó en un mes 20 puntos porcentuales, para muchos a consecuencia del referido conflicto.
Del Solar dijo que los manifestantes, que iniciaron el paro hace una semana, tienen derecho a protestar pacíficamente, pero el cierre de rutas es contrario a la ley y en este caso impide transporte rápido de ayuda a los afectados por la expulsión de cenizas del volcán Ubinas.
De otro lado, el gobernador Cáceres anunció que mañana se reunirá con sus pares de las regiones sureñas de Moquegua, Tacna Cusco, Puno y Madre de Dios, para coordinar un paro conjunto contra Tía María.
Tres policías heridos y un civil afectado, fue el saldo de la operación policial de despeje de una carretera bloqueada desde el sábado último por opositores de un proyecto minero en Perú, según diversas fuentes.
El Ministerio del Interior informó que los agentes resultaron lesionados por impactos de piedras lanzadas por manifestantes en la provincia de Islay, en el kilómetro mil 49 de la citada vía, que recorre la costa peruana y parte de la zona andina del sur del país.
La cartera identificó a los policías heridos como Ángel Cienfuegos, Manuel Ramos y Rony Muñoz, mientras fuentes de la dirigencia social de Islay, en huelga desde hace una semana contra el proyecto Tía María, y el periódico el Búho consignaron que un civil fue herido por una granada policial de gas lacrimógeno.
Diversos medios de prensa informaron que la operación policial tomó dos horas y apeló además a descargas de perdigones para obligar a retirarse a los manifestantes, los que se reagruparon para preparar nuevos bloqueos.
Esas versiones y el saldo de la jornada relativizan la afirmación del ministro del Interior, Carlos Morán, de que no hubo oposición ni detenciones, aunque admitió que 350 policías encargados del desbloqueo dispersaron a los huelguistas.
Argumentó que la policía liberó la ruta porque estaba bloqueada en forma ilegal por manifestantes que rechazan la licencia de construcción al proyecto Tía María, de la transnacional Southern Copper Corporation.
Entretanto, la líder del progresista Nuevo Perú, Verónika Mendoza, declaró en conferencia de prensa que el Gobierno no debe imponer el proyecto Tía María y debe cancelarlo e impulsar la agricultura, actividad tradicional de Islay.
Señaló que la población de esa provincia ve amenazada su subsistencia por el proyecto minero que puede privar de agua al agro, por lo que el presidente Martín Vizcarra debe descartarlo, escuchar al pueblo que lo rechaza desde hace una década y apoyar la agricultura.