Beijing, 31 jul (RHC) China calificó de constructiva la décimo segunda ronda de negociaciones comerciales con Estados Unidos celebrada en la ciudad de Shanghai, tras varios meses suspendidas.
Las dos potencias retomaron sus pláticas parar tratar de resolver sus diferencias y terminar la guerra comercial de más de un año, luego del consenso alcanzado por los presidentes Xi Jinping y Donald Trump durante su encuentro en la cumbre de Osaka en Japón.
Tras la última ronda de conversaciones, las autoridades de Beiying destacaron que las partes realizaron intercambios francos, eficientes, constructivos y profundos sobre las principales cuestiones de interés común del ámbito económico y comercial.
Además, discutieron sobre el aumento de la compra de productos agrícolas estadounidenses por parte de China, de acuerdo con sus propias necesidades internas y las condiciones favorables que ofrecerá el gobierno de Washington.
El Gobierno de China anunció la implementación de nuevas medidas para estimular el consumo interno y el crecimiento del turismo, vistos hoy como dos de los motores del progreso del gigante asiático.
Tras una reunión presidida por el primer ministro, Li Keqiang, el Consejo de Estado (gabinete) del país anunció una serie de acciones para promover el desarrollo de esos sectores.
De acuerdo con un comunicado oficial, el objetivo de esas medidas es satisfacer las necesidades de los ciudadanos de la nación.
Según el documento, el gigante asiático apoyará la aplicación de tecnologías de punta en el sector del consumo interno.
El texto resalta los beneficios de aplicar la ciencia de vanguardia para promover un desarrollo personalizado de esa área.
Además, llama a mejorar la infraestructura y los servicios del comercio electrónico, especialmente en las zonas rurales del país, para contribuir al aumento de las compras y la popularidad de esa forma económica.
Por otro lado, el documento rector también pide incrementar los esfuerzos para potenciar el consumo cultural y sus vínculos con el sector turístico.
El consumo interno es hoy un impulsor clave de la economía de China, que creció a un ritmo moderado pero constante durante el primer semestre del 2019, en un contexto de tensiones globales, incluida su guerra comercial con Estados Unidos.