Sana, 10 ago (RHC) El palacio presidencial de Yemen, en Adén, y los campamentos militares pertenecientes al exmandatario de ese país, Abdu Rabu Mansur Hadi, fueron ocupados por fuerzas separatistas.
“No se ha utilizado ninguna arma pesada. Los tanques siguen aparcando en las bases y no es necesario utilizarlos”, declaró el vicepresidente del Consejo de Transición del Sur (CTS), Hani bin Breik, cuyas fuerzas apoyan los Emiratos Árabes Unidos.
Organizaciones humanitarias alertan que de prolongarse los enfrentamientos, los esfuerzos para abordar la crisis que sufren los yemeníes podrían afectarse.
Desde la madrugada los enfrentamientos se intensificaron en los alrededores del palacio presidencial y los separatistas tomaron la casa del ministro de Interior del expresidente fugitivo, en el cuarto día consecutivo de tiroteos con las tropas leales a Hadi, respaldadas por Arabia Saudita.
Las acciones comenzaron el pasado 7 de agosto, cuando un grupo armado intentó infructuosamente asaltar el icónico edificio, pero los guardias lograron detenerlos. Luego de la escaramuza, el CTS decretó movilización general y llamó a sus fuerzas a reintentar el ataque.
Situación humanitaria
Los enfrentamientos en el país más pobre del mundo árabe responden a proyecciones de futuro diferentes: mientras los separatistas batallan por la independencia del sur de Yemen, los combatientes prosaudíes buscan restaurar en el poder a Hadi.
Sin embargo, de prolongarse los enfrentamientos, los esfuerzos para abordar la crisis humanitaria que sufren los yemeníes podrían verse afectados, de acuerdo con las advertencias del Consejo Noruego para los Refugiados.
El grupo humanitario ha manifestado en diversas ocasiones preocupación por los civiles atrapados en sus hogares debido a la escalada de tensiones entre las partes que sirven a la coalición militar liderada por Arabia Saudita.
La Organización de las Naciones Unidas calcula que, si la guerra en Yemen no se detiene, la cifra de víctimas mortales podría llegar a 500 mil en 2020. Hasta ahora, la campaña de bombardeos de Riad y sus aliados, iniciada en marzo de 2015, ha ocasionado más de 91 mil muertes en el país africano.