Berlín, 26 ago (RHC) El barco Eleonore, contratado por la organización humanitaria alemana Mission Lifeline, rescató a cerca de cien migrantes que viajaban a bordo de una embarcación en peligro frente a las costas de Libia.

Según el capitán de la nave, Claus-Peter Reisch, el salvamento se realizó minutos antes de hundirse la lancha inflable donde se transportaban los refugiados, y reclamó un puerto seguro para ellos.

El también propietario de la nave fue juzgado en Malta por una operación de rescate realizada con el barco Mission Lifeline, retenido por las autoridades de ese país.

Datos de la Organización Internacional para las Migraciones  advierten que más de 800 personas murieron ahogadas este año en el Mediterráneo intentando alcanzar las costas del sur de Europa, la mayoría en la ruta que lleva a Italia y Malta.
 
Por su parte, más de 160 migrantes y refugiados, en su mayoría de países de África, Asia y Oriente Medio, llegaron a Grecia a través del mar Egeo en las últimas 48 horas.

Grecia reportó un aumento en las llegadas por vía marítima desde la vecina Turquía, pese a un acuerdo firmado en 2015 entre la Unión Europea (UE) y Ankara para frenar el flujo masivo hacia Europa, de quienes huyen del hambre y las guerras en sus países de origen.

En lo que va de año, 22 mil 283 personas entraron de forma irregular al país, cifra superior a la contabilizada en España (14 mil 168) e Italia (cuatro mil 269), las otras principales puertas de entrada al denominado viejo continente, según registros de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Aunque ese número total representa una disminución de aproximadamente un 31 por ciento en comparación con la misma etapa de 2018, la crisis migratoria continúa y con ella el desacuerdo en la UE sobre las políticas de acogida.

Este mes dos embarcaciones humanitarias con cientos de migrantes a bordo estuvieron varadas en el mar Mediterráneo por más de dos semanas, a la espera de un puerto seguro donde desembarcar.

Las naciones mediterráneas critican a la UE por su lentitud para reubicar a esas personas, así como la ineficiencia de sus mecanismos para distribuirlos de forma equilibrada en el resto de los Estados.

En los superpoblados centros de recepción de migrantes en las islas griegas se encuentran estancados más de 16 mil individuos, de acuerdo con cifras de organizaciones de derechos humanos que denuncian las condiciones inhumanas de esos recintos.

Al menos 844 migrantes y refugiados murieron o desaparecieron este año en el mar Mediterráneo mientras intentaban llegar a Europa, informó recientemente la OIM.