Puerto Príncipe, 16 sep (RHC) Una vez más en la capital haitiana tiene lugar masivas protestas, esta vez se trata de una crisis con el combustible y ya se reporta un muerto.

Según varias plataformas informativas, la víctima fue alcanzada por un disparo, mientras la policía trataba de impedir que erigieran barricadas de neumáticos encendidos en la vía pública.

Los residentes denunciaron que los efectivos utilizaron gases lacrimógenos y armas de fuego para dispersar a los manifestantes, que desde esta mañana bloquean el paso de motocicletas y vehículos en varias arterias principales de Puerto Príncipe.

Pese a la fuerte presencia policial, la mayoría de las actividades en la capital permanecen paralizadas por las protestas, que critican la gestión gubernamental para abastecer de carburantes al país.

En otros departamentos también se reportan calles desiertas, quema de neumáticos, suspensión de las actividades y enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas del orden.

En Jacmel, a unos 40 kilómetros al sudeste de la capital, un periodista fue herido mientras intentaba cruzar una barricada, aunque su vida no corre peligro.

La capital haitiana permanece parcialmente bloqueada con las protestas contra la escasez de combustible que desde agosto último experimenta el país.

Pese a los anuncios gubernamentales de una estabilización en este sector tras el arribo de varios cientos de miles de barriles de combustible, decenas de manifestantes salieron a las calles y situaron barricadas de neumáticos encendidos en arterias principales y secundarias.

También se observa una ralentización de las actividades económicas fundamentales, mientras grandes comercios y entidades públicas y privadas permanecen cerradas.

Hay una casi inexistente transportación pública de pasajeros, en manos del sector privado, aunque algunos centros docentes abrieron sus puertas a los estudiantes en la segunda semana del curso escolar.

En las últimas semanas, con la penuria de los carburantes, creció un mercado informal en los cuales se duplicó, e incluso triplicó, el precio de los carburantes y con ellos también se incrementó el costo de la transportación.