Santiago de Chile, 1 nov (RHC) Las violaciones de los derechos humanos continúan centrando la atención de entidades internacionales y locales en Chile ante la desproporcionada represión de las fuerzas policiales a las manifestaciones pacíficas.
En un editorial, el periódico El Siglo, órgano del Partido Comunista de Chile, expresa que esa negativa situación en materia de derechos humanos no se producía desde el término de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990.
El texto refiere que esas violaciones se dispararon tras la decisión del presidente Sebastián Piñera y su Ejecutivo de ordenar la salida del Ejército a las calles a reprimir las manifestaciones sociales, declarar el Estado de Emergencia, implementar Toque de Queda y desplegar con fuerza la labor represiva de Carabineros.
Asimismo, denuncia el rotativo que en los dramáticos sucesos de muertes, heridos, torturas, abusos sexuales y agresiones de todo tipo en que han participado carabineros y militares, tiene responsabilidad política el gobierno y particularmente el Presidente y las autoridades del Ministerio del Interior chileno.
Con enormes manifestaciones en esta capital y otras ciudades, Chile cumplió dos semanas de un estallido social sin precedentes que no parece detenerse hasta que el gobierno atienda sus múltiples demandas.
En la capital, a pesar de ser día feriado, desde las primeras horas de la tarde comenzaron a concentrarse miles de personas en la Plaza Italia hasta colmar completamente ese emblemático lugar y las calles aledañas.
Los participantes, incluidos familias con hijos, se concentraron pacíficamente portando profusión de banderas chilenas y del pueblo mapuche e incluso de los clubes más populares del futbol nacional, así como numerosas pancartas con las principales demandas al gobierno y sonando cacerolas.
Convocada por la Mesa de Unidad Social, la concentración fue calculada por la intendencia Metropolitana como de más de 20 mil personas, pero según medios de prensa fue bastante similar a la del viernes anterior, cuando se cifró en al menos un millón de participantes.
Durante algunos momentos se produjeron algunos enfrentamientos entre las fuerzas carabineros y pequeños grupos de manifestantes en la confluencia de la avenida Vicuña Mackenna con la plaza, que fueron dispersados con chorros de agua y gases lacrimógenos.