Puerto Príncipe, 5 dic (RHC) Las protestas en Haití continúan y ahora se suma una huelga de los empleados de la Dirección General de Impuestos (DGI), que nuevamente amenaza la precaria estabilidad.
Los trabajadores presentaron sus demandas al recién instalado titular interino de Hacienda, Jouthe Joseph, en el que exigen aumentos salariales, pagos regulares, cuotas de vivienda, mejores condiciones laborales y reconocimiento de su estatus especial.
Insisten en que no se necesita una legislación para incrementar los honorarios y critican además que hay empleados que no recibieron sus sueldos en los últimos cinco meses.
Por su parte, el ministro de Economía rechazó el movimiento huelguista, e instó a los trabajadores a regresar a sus funciones para “servir a la población”, al tiempo que advirtió que otros candidatos pueden asumir sus puestos.
“Hemos recibido muchos currículos y los que buscan trabajo estarán encantados de reemplazar a estos empleados insatisfechos. Deberían dar paso a nuevos rostros si no pueden trabajar en esas condiciones”, refutó Joseph.
No es el primer movimiento huelguístico al que se enfrenta la Dirección General de Impuestos este año. En junio último, sus empleados protagonizaron un paro de un mes con las mismas demandas, además de criticar la “total indiferencia de los responsables de la institución”.
Sin embargo, después ofrecieron una tregua para reponer las “arcas vacías” del Estado y permitir a la DGI recaudar impuestos.
El exministro de Economía, señaló en ese momento, que la huelga en la DGI y el mal funcionamiento de la Administración General de Aduanas, generó pérdidas de unos 35 mil millones de gourdes (más de 380 millones de dólares).
También a finales de julio, trabajadores de varias instituciones impulsaron protestas, y además de la DGI, se reportaron suspensiones en la Dirección Departamental del Ministerio de Economía, el Instituto Haitiano de Estadística e Informática y el Servicio Nacional de Gestión de Residuos Sólidos.
En el último año, con el déficit presupuestario del Estado, los empleados de la administración pública sufren de irregularidades en el cobro de sus honorarios, situación que causa malestar en las instituciones públicas.
A esto se unen las movilizaciones antigubernamentales que en septiembre y octubre pasado paralizaron el país, para exigir la renuncia del presidente Jovenel Moïse, implicado en presuntos casos de corrupción y malversación de fondos públicos.