La nota expone cinco puntos sobre el conflicto desatado por los golpistas, en los cuales señala, primero, que la embajada de México solicitó al Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia su apoyo para garantizar la seguridad del recinto, en virtud de las protestas y el clima social por el que atraviesa dicho país, reporta Prensa Latina.

Segundo, que el operativo policíaco montado por las autoridades bolivianas no sólo es fuera de toda proporción sino que genera precisamente lo contrario a lo que la embajada solicitó: apoyo para garantizar la seguridad de los inmuebles mexicanos, el personal diplomático y las personas bajo resguardo del estado mexicano en La Paz.

Lejos de brindar seguridad, el operativo, que incluye la grabación constante de los inmuebles, representa una amenaza y una violación a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que ambos países han suscrito, señala en ese mismo punto.

En el tercero expresa que lo anterior se demuestra con pruebas fehacientes. En primer lugar, contrario a lo estipulado por el artículo 22 de dicha Convención, automóviles de la embajada han sido investigados y registrados por policías bolivianos. Esto demuestra una violación a la Convención de Viena.

Adicionalmente, señala el cuarto punto, existe evidencia del asedio a los inmuebles de México en Bolivia. Se trata de operativos constantes, con rotaciones nocturnas, de modo tal que hay vigilancia las 24 horas.

Los policías observan desde la distancia la actividad de los recintos, además de seguir al personal mexicano diplomático cuando abandonan los inmuebles.

La nota informativa reseña cada día actividades de los cuerpos de seguridad afuera de la residencia oficial, tomando fotos a la embajadora, y operativos desde los cerros colindantes a la sede diplomática y muchos más detalles.

El último punto denuncia que distintas autoridades bolivianas han declarado que el propósito de los operativos policiacos no es brindar seguridad a los inmuebles mexicanos, sino llevar a cabo aprehensiones de las personas bajo resguardo del Estado mexicano.

Por ejemplo, indica, Julio William Cordero, comandante departamental de la policía, precisó que los operativos buscan cumplir las órdenes de aprehensión del Ministerio Público contra los exministros Juan Ramón Quintana y Wilma Alanoca.

El comandante ha solicitado explícitamente colaborar con la justicia boliviana, lo cual es inconsistente con la explicación que señala que los operativos buscan proteger los inmuebles mexicanos, concluye la nota de denuncia.