La Paz, 6 ene (RHC) El excanciller Diego Pary expresó su satisfación porque el Movimiento Al Socialismo (MAS) continúa en la preferecia del electorado boliviano pese al complejo panorama que vive hoy el país después del golpe de Estado.
Tras acompañar al expresidente Evo Morales en Argentina -donde se encuentra en calidad de refugiado político- Pary retornó a Bolivia para participar en la campaña de cara a las elecciones del próximo 3 de mayo, refiere Prensa Latina.
El MAS detenta al menos 20 por ciento de la preferencia de los votantes, aún sin tener definido a su candidato y en medio de la persecución política que sufren sus dirigentes por parte del gobierno de facto.
Es decir que 'todavía sin candidato, sin rostro, sin una imagen, sin una representatividad' hay un 20 por ciento de apoyo, así que una vez que se defina, ese porcentaje crecerá, consideró el exministro de Relaciones Exteriores durante una entrevista con radio Cepra Satelital.
Junto con el líder cocalero Andrónico Rodríguez, el exministro de Economía Luis Arce y el también excanciller David Choquehuanca, Pary se perfila como uno de los posibles candidatos del MAS para las venideras elecciones generales.
'Muy agradecido con los movimientos sociales que han puesto sobre la mesa mi nombre para ser parte de los precandidatos del MAS (?) si deciden que debemos contribuir desde un lugar estratégico, ahí estaremos', señaló.
El binomio que representará al MAS en la puja electoral será anunciado por Morales el 19 de enero.
Hasta el momento ratificaron sus candidaturas el binomio de Luis Fernando Camacho (Santa Cruz) y Marco Pumari (Potosí), señalados como las caras visibles del golpe de Estado; así como Carlos Mesa y Gustavo Pedraza (de la alianza de derecha Comunidad Ciudadana).
Además, entrarán en el ruedo electoral el pastor de origen surcoreano Chi Hyung Chun y el gobernador de La Paz, Félix Patzi.
El 20 de octubre, Evo logró la victoria con el 47 por ciento de los sufragios con lo cual se aseguraba un cuarto mandato y la permanencia del MAS al frente de los destinos de esta nación andino amazónica.
Más de una treintena de personas muertas, cerca de 800 heridos y alrededor de mil 500 detenidos dejó la crisis institucional y política que escaló después de la asonada golpista.
(Prensa Latina)