Manila, 14 ene (RHC) Expertos del Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (Phivolcs) vaticinaron que la actividad del volcán Taal pudiera prolongarse por semanas, sin descartar que aún se reserve sus manifestaciones más severas.

Por tales razones, la institución recomendó evacuar a la población asentada en un radio de 17 kilómetros alrededor del volcán Taal, ante una presumida erupción violenta en cualquier momento.

Ello implicaría trasladar a sitios seguros a más de 450 mil personas, pero según los expertos, se trata de una precaución necesaria en vista del comportamiento del monte, localizado a unos 65 kilómetros de esta capital, en la isla de Luzón.

El director del centro, Renato Solidum, recordó que anteriores erupciones del monte habían durado meses, con lo que es imposible predecir cuándo terminaría la actual, iniciada cerca de la medianoche del domingo último.

Tendremos que esperar unos días, tal vez dos semanas o más, para hacer un pronóstico más certero, explicó.

Algunos especialistas temen incluso que el Taal se esté reservando una actividad más severa, incluido un tsunami en las aguas del lago en cuyo centro, sobre una isla, está enclavado. También es presumible que sus expulsiones de lava sean mayores a las relativamente pequeñas de ahora.

Las presunciones de Phivolcs justifican su decisión de pasar el nivel de alerta de cuatro al máximo de cinco en las inmediaciones del volcán, localizado en la isla de Luzón, a unos 65 kilómetros de Manila, la capital del país.

Inactivo desde 1977, el Taal despertó cerca de la medianoche del domingo.

Los primeros síntomas de erupción fueron una explosión de vapor de agua mezclada con cenizas y piedras de hasta seis centímetros de diámetro que, vomitadas a presión, formaron luego una columna de 15 kilómetros de altura. También se percibieron rayos en la cima y varios sismos de magnitud de uno a tres.

La peor erupción de un volcán en Filipinas en los últimos tiempos fue la del Pinatubo en 1991, que causó más de 800 muertos. Pero esa desgracia fue superada por otra del Taal en 1911, que mató a unas mil 300 personas.

El archipiélago filipino yace sobre el Cinturón o Anillo de Fuego del Pacífico, que al concentrar algunas de las zonas de subducción más importantes del planeta lo convierte en escenario de frecuentes y violentos fenómenos sísmicos y vulcanológicos.