Beijing, 25 ene (RHC) El Gobierno chino moviliza randes lotes de medicamentos, suministros, equipos, personal médico y miembros del Ejército Popular de Liberación de todo el territorio nacional para enfrentar el letal coronavirus que contagia a su población.
Solo por ferrocarril se transportaron 695 mil máscaras, 180 mil guantes y 23 toneladas métricas de medicinas. También anunció la construcción en 15 días de otro hospital en Wuhan solo para aislar y tratar los infectados con un extraño coronavirus que provoca neumonía, dejó casi medio centenar de muertos y 1400 afectados.
Está en planes el envío desde Shanghái de 81 juegos de equipos oxigenadores de membrana extracorpóreo, conocidos popularmente como “pulmones artificiales” y usados para brindar soporte cardiopulmonar.
La instalación hospitalaria tendrá capacidad para ingresar a 1500 pacientes y, junto a otra que debe estar lista antes del 3 de febrero, se espera ayude a aliviar el déficit de camas en los centros asistenciales de esa urbe, el foco de la mortífera epidemia.
Wuhan, capital de la provincia de Hubei y con 11 millones de habitantes, batalla por contener el patógeno 2019-nCoV con medidas tan severas como la prohibición total a la entrada y salida de personas, y a la circulación de cualquier tipo de vehículos.
Allí se concentra la mayoría de los muertos y además es el origen de los contagiados que se reportan dentro y fuera de China.
La situación conllevó a 29 de las 34 demarcaciones administrativas del país asiático a decretar la máxima emergencia, lo cual convierte al brote en una amenaza seria para la salud pública y se le dará respuesta bajo las decisiones directas del Consejo de Estado (Gabinete).
El país recurre a los medios posibles porque el coronavirus es nuevo, puede mutar, se transmite de persona a persona por el tracto respiratorio y es casi idéntico al que causó el letal síndrome respiratorio agudo severo de 2003.
Un nuevo estudio sugirió que los visones podrían ser los intermediarios en la transmisión del microorganismo de los murciélagos a los humanos, mientras científicos buscan a la fuente exacta entre algún animal salvaje.
La experiencia anterior de China con la epidemia del SARS dejó al país mejor preparado para luchar con el nuevo coronavirus. Estados Unidos, por su parte, sigue adoptando las mismas posiciones ante los problemas de salud pública mundial.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Salud de China, se han detectado 1287 casos confirmados de contagios de neumonía provocada por el nuevo coronavirus 2019-nCoV, de ellos 237 personas están en estado grave y 41 han fallecido.
Pese a que el epicentro del brote es en China, la enfermedad puede transmitirse de persona a persona y ya existen casos confirmados de ciudadanos contagiados en Australia, Japón, Malasia, Tailandia, Corea del Sur, EEUU, Singapur, Vietnam, Nepal y Francia. Otro países, como el Reino Unido y Canadá, han reportado casos sospechosos pero todavía no los han confirmado.
El Gobierno chino ha tomado medidas severas en la provincia de Hubei, donde empezó el brote el pasado diciembre. Para detener la propagación de la nueva cepa de coronavirus, China puso en cuarentena a los 11 millones de habitantes de Wuhan, ciudad donde surgió el 2019-nCoV. Las autoridades, además, suspendieron toda la comunicación terrestre y aérea con la localidad. Se tomaron medidas similares en otras nueve ciudades de la provincia.
Además, China ha empezado la construcción de emergencia de un hospital de 1.000 camas para recibir a los enfermos infectados con el nuevo coronavirus. Las nuevas instalaciones, cuya construcción empezó el 24 de enero, se pondrán en uso ya el 3 de febrero.
Estados Unidos, por su parte, ha demostrado que no existe un tema que no utilizaría para plantear la cuestión de la supuesta falta de democracia en China, consideró Irina Alxnis en su artículo (en ruso) para Sputnik.