Teherán, 25 ene (RHC) En todo el mundo, activistas sociales hicieron un llamado a protestar para expresar su rechazo a una guerra contra Irán y exigir la salida inmediata de las tropas de EE.UU. de la región.
Las tensiones entre Teherán y Washington aumentaron cuando EE.UU. asesinó al comandante de la Fuerza Quds, del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, e Irán, en un ataque de represalia, atacó con misiles dos bases militares estadounidenses en Irak.
Debido a tal situación, un grupo de activistas ha convocado a la comunidad internacional a salir este sábado a las calles tanto en EE.UU. como en todo el mundo para mostrar su rechazo a una guerra contra la República Islámica y pedir a Washington que salga de la región del oeste de Asia.
Por su parte, en Venezuela, activistas pro derechos humanos han apoyado la referida convocatoria y han llamado en un comunicado al pueblo venezolano a unirse a las protestas en contra de una guerra catastrófica con Irán y en apoyo a la retirada inmediata e incondicional de las tropas norteamericanas de Irak.
“El sábado 25 de enero, en Estados Unidos, en ciudades de todo el mundo, habrá manifestaciones contra cualquier nueva guerra. Invitamos a participar más aún cuando nuestra nación está sometida al asedio intervencionista de EE.UU.”, se lee en el texto.
Irán siempre ha asegurado que no quiere una guerra, pero responderá a cualquier amenaza y violación en su contra. Mientras tanto, EE.UU. dice que todo lo que realiza es parte de su llamada campaña de máxima presión para materializar su objetivo, hasta ahora incumplido, de doblegar al país persa.
El asesinato de Soleimani también se convirtió en otro fracaso para Washington. Además de poner en entredicho el poderío de EE.UU. a nivel regional, ha allanado el camino para su expulsión de Irak, país rico en reservas petrolíferas.
En esta misma línea, los iraquíes celebraron el viernes la segunda gran marcha de su historia contra la ocupación foránea, esta vez para exigir el fin de la presencia militar de EE.UU., autor de las continuas violaciones de la soberanía y la integridad del país árabe.