Gaza, 27 ene (RHC) La cadena de televisión catarí Al Jazeera reportó que en los últimos días el presidente estadounidense ha intentado en varias ocasiones ponerse en contacto con el presidente de Palestina, Mahmud Abás Abás para hablar sobre el llamado “acuerdo del siglo”.
No obstante, el mandatario palestino ha declinado hablar por teléfono con su par estadounidense, y según indica Al Jazeera, como resultado de su negativa, Abás ha recibido amenazas en el sentido de que deberá pagar un alto precio por su comportamiento.
Los medios locales palestinos han confirmado a su vez los intentos fallidos del inquilino de la Casa Blanca para mantener una conversación telefónica con Abás sobre la inminente ejecución del “acuerdo del siglo”.
Tras el reconocimiento ilegal por el Gobierno estadounidense de la ciudad palestina de Al-Quds (Jerusalén) como la capital del régimen de Israel en 2017, la dirección palestina interrumpió todo tipo de contactos oficiales con Washington.
La noticia sobre la insistencia de Trump para ponerse en contacto con Abás sale a la luz mientras se espera que el presidente estadunidense anuncie este martes su llamado “acuerdo del siglo”, un plan que, según alega Washington, busca resolver el conflicto palestino-israelí.
El pueblo palestino ha realizado multitudinarias marchas en diferentes partes de los territorios ocupados de Palestina en rechazo a la iniciativa proisraelí de EE.UU. al que catalogan como “fraude del siglo” y un “ataque a la soberanía” de su país.
El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) también dejó en claro que los palestinos no dejarán que Estados Unidos apruebe el llamado “acuerdo del siglo”. El jefe de la dirección política de HAMAS, Ismail Haniya, aseguró que Palestina no se puede negociar, comprar ni vender.
Varias filtraciones han permitido saber que el plan estadounidense, diseñado principalmente por el asesor y yerno de Trump, Jared Kushner, y el embajador de Estados Unidos ante el régimen de Israel, David Friedman, niega el derecho al retorno de los refugiados palestinos, limita el acceso de los musulmanes palestinos a la Mezquita Al-Aqsa en Al-Quds y otorga a Israel la mayor parte de la fértil área C de la ocupada Cisjordania, entre otras concesiones ilegales al régimen de Tel Aviv.