Madrid, 6 feb (RHC) El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se reúne este jueves con su par de Cataluña, Quim Torra, para intentar destensar el conflicto separatista en la próspera región nororiental, una de las mayores crisis políticas de este país.
Hace una semana, el ejecutivo central ratificó su voluntad de resolver el enquistado problema territorial con esa comunidad autónoma (región), cuyas autoridades persisten en separarse de esta nación europea tras la frustrada tentativa de secesión de 2017.
La administración del socialdemócrata Sánchez rectificó entonces y expresó su disposición a constituir la mesa de diálogo con la Generalitat (autogobierno catalán) antes de las elecciones anticipadas, convocadas por Torra el pasado 29 de enero, refiere Prensa Latina.
El presidencial Palacio de la Moncloa manifestó en un primer comunicado su decisión de posponer esas pláticas para después de los comicios -aún sin fecha-, una vez que se formaran el nuevo parlamento y gobierno autonómicos.
Sin embargo, en una segunda nota lamentó que se pusiera en duda su voluntad de diálogo y su compromiso de cumplir con los acuerdos pactados por lo que, para descartar cualquier malentendido, subrayó su disposición a que se constituya la mesa de negociación.
No obstante, consideró que, dado el horizonte electoral decidido por el independentista Torra, 'no se dan las mejores condiciones para iniciar el diálogo entre gobiernos cuando uno de ellos (el catalán) ha puesto punto final a la legislatura', indicó el texto.
Ese giro tuvo lugar después de que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC, separatistas progresistas) exigió que de la reunión de este jueves entre Sánchez y Torra, a celebrarse en Barcelona, saliera una fecha para la constitución de dicha mesa de diálogo.
Las conversaciones entre los ejecutivos de Madrid y Barcelona fueron una condición para que ERC permitiera con su abstención la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno por el Congreso de los Diputados (Cámara Baja), el pasado 7 de enero.
El apoyo de Esquerra es a priori crucial para que el proyecto de presupuesto del nuevo Gobierno de coalición del Partido Socialista (PSOE) y Unidas Podemos sea aprobado por la Cámara Baja, y ERC condicionó el mismo a la evolución de las negociaciones.
En su sesión de investidura, Sánchez se comprometió a activar una mesa de negociación en un plazo de 15 días tras tomar posesión del cargo, fruto de un acuerdo con los diputados de Esquerra a cambio de facilitar su llegada al poder.
ERC, que integra la Generalitat junto al partido conservador de Torra, advirtió que aplazar la constitución y funcionamiento de esa mesa supone una absoluta irresponsabilidad y 'un incumplimiento flagrante' del acuerdo de investidura alcanzado con el PSOE.
(Prensa Latina)