Ginebra, 13 mar (RHC) El presidente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó que en Europa se confirman más casos de enfermos por coronavirus Covid-19 que en China
Ghebreyesus llamó a las autoridades de la Unión Europea a aprender de las experiencias asiáticas y reconoció que en el llamado viejo continente la mayoría de los países tienen capacidad de respuesta ante la pandemia.
Destacó necesidad de realizar pruebas para detectar la enfermedad, aplicar las medidas preventivas en caso de sospecha y cumplir los períodos de cuarentena de ser necesario.
En esta jornada la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, desestimó el cierre de fronteras adoptado por algunas naciones del bloque regional, como mecanismo eficaz de contención contra la Covid-19.
Dicha medida tampoco es bien vista por los directivos de la OMS, aseguró Von der Leyen, quien criticó además otras acciones emprendidas por algunos países para retener en su territorio material de protección contra la enfermedad.
Cualquier medida que se implemente debe ser proporcionada, subrayó la presidenta del ejecutivo comunitario y destacó que los directivos de la Unión Europea (UE) presentaron directrices a las naciones del bloque para llevar a cabo controles sanitarios en las fronteras.
Los gobiernos de la República Checa y Eslovaquia anunciaron el cierre casi total de sus fronteras a extranjeros, mientras Polonia, Austria, Eslovenia y Hungría adoptaron restricciones de entrada o controles sanitarios, sobre todo a viajeros procedentes de Italia, el país más afectado.
Otras naciones del área implementan acciones relacionadas con la cancelación de eventos masivos y el cierre de sitios públicos como escuelas, museos, guarderias y universidades.
Las autoridades de España, segunda nación de Europa más afectada por la pandemia después de Italia, decretaron cuarentena en cuatro localidades de la región de Cataluña (noreste) y el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, decretó estado de alarma por 15 días a partir de mañana sábado.
El gobierno de Portugal decretó estado de alerta y movilizó a la policía y el ejército para controlar la epidemia que, según los datos más recientes, afecta a 78 personas en esa nación, sin que hasta ahora se reporten víctimas fatales.
Por increíble que parezca, Italia, Francia o España tienen por separado más infectados y muertos por COVID-19 que de conjunto los 10 países del sudeste asiático, más poblados y con menos recursos que los de la rancia Europa.
Por si fuera poco, esta decena de naciones vive en el mismo vecindario que China -el núcleo primario del brote vírico- y casi todas, por no decir todas, mantienen con el gigante asiático intercambios comerciales, turísticos y culturales incomparablemente superiores a las europeas.
Italia sola tiene 15 mil 113 casos positivos y mil 76 muertos, es decir, que multiplica por más de 26 la primera de esas cifras, y por casi 154 la segunda.
España anda por el estilo: los contaminados (tres mil 864) son 6,7 veces más y los occisos (90), casi 13 veces más.
Aunque menores, las cifras de Francia también dan miedo: los casos positivos (dos mil 878) casi quintuplican a los del sudeste asiático y los fallecidos (61) más que octuplican a los de esta región.
Nótese, sobre todo, lo letalidad del virus en aquellos tres países comparados con los siete muertos entre los miembros de la Asean (Brunéi, Cambodia, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam).
La primera cifra es la de los infectados; la segunda, la de los fallecidos: Brunei (25-1), Camboya (5-1), Filipinas (52-2), Indonesia (34-2), Laos (0-0), Malasia (158-0), Myanmar (0-0), Singapur (187-0) y Tailandia (70-1).