La Paz, 7 abr (RHC) Productores de coca del Chapare, región del centro de Bolivia donde actúan los sindicatos campesinos liderados por el expresidente Evo Morales, repartieron más de 150 toneladas de alimentos a pobladores de barrios pobres de la ciudad de Cochabamba golpeados por la crisis del COVID-19, reportaron medios locales.
"Queremos llegar a los hogares más necesitados. Sabemos que muchos ya no tienen recursos para realizar sus compras y esto es un apoyo", dijo Andrónico Rodríguez, líder de esos sindicatos en ausencia de Morales, según reportó el diario Opinión de esa ciudad.
La donación, que consistió principalmente en frutas tropicales, llegó en una caravana de 20 camiones y su distribución provocó aglomeraciones de vecinos, rompiendo la norma de distanciamiento social en prevención de contagios con el nuevo coronavirus, causante del COVID-19.
El Gobierno transitorio de Bolivia enfrenta duras críticas de los 2 partidos más votados en las elecciones de 2019, el Movimiento al Socialismo (MAS) liderado por el expresidente Evo Morales y Comunidad Ciudadana (CC), del excandidato a la presidencia Carlos Mesa, que por separado cuestionaron el manejo oficial de la pandemia del COVID-19.
Ante la crisis sanitaria, el Gobierno de Jeanine Áñez "está consolidando una política de amedrentamiento y persecución, ya no solo de militantes de nuestro instrumento político sino también de otros ciudadanos por el solo hecho de manifestarse en contra de este gobierno de facto", denunció el MAS en un comunicado.
La alianza CC, por su parte, sugirió mediante un tuit de uno de sus ideólogos, Carlos Cordero, que el manejo de la emergencia por el nuevo coronavirus estaba desgastando tanto a la presidenta que "sería gran señal de inteligencia política que (ella) renuncie a (su) candidatura" para las elecciones de este año.
El cruce de declaraciones ocurría cuando las cifras oficiales mostraban que Bolivia tenía la mayor tasa de letalidad entre los enfermos con COVID-19 en Sudamérica y en medio de una persistente polémica sobre el trato que el Gobierno daba a bolivianos que pretendían regresar a territorio nacional.
Hasta el lunes 6 de abril, el país había registrado 194 casos positivos de la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus, con 14 muertos, de lo que resultaba una tasa de mortalidad de 7,2%, mayor a los promedios mundial y regional.
El comunicado del MAS respondió a una denuncia del director de Migración, Marcel Rivas, que el 6 de abril acusó a ese partido de promover el retorno de bolivianos radicados en Chile con objeto de generar protestas contra el cierre de fronteras vigente por la cuarentena contra el coronavirus.
Rivas hizo esa declaración después de que un nuevo grupo de al menos 300 bolivianos llegó hasta la frontera tratando de ingresar a Bolivia apenas dos días después de que el Gobierno accediera, a regañadientes, a autorizar el ingreso de otros 480 connacionales.
El MAS rechazó los dichos de Rivas, se solidarizó con los que tratan de volver al país en medio de la pandemia y denunció que el Gobierno transitorio surgido de un golpe de Estado "está dinamitando todos los cimientos de nuestro Estado Plurinacional", en vez de concentrarse en garantizar las elecciones.
"Emergencia sanitaria, postergación de E2020 (las nuevas elecciones) desgastan gestión e imagen y no se traducirán en votos", añadió el portavoz de la alianza que postula al expresidente Mesa (2003-2005).
"Todos contra quien nos defiende", replicó el ministro Murillo en defensa de la Presidenta, afirmando que a Mesa y al MAS "no importa la defensa de la vida, todo es política".
En las encuestas de intención de voto divulgadas antes de la cuarentena, el candidato del MAS, Luis Arce, figuraba primero con amplia ventaja sobre Mesa, mientras Áñez estaba en un tercer puesto que la dejaría fuera de una eventual segunda vuelta.
La fecha de los comicios será definida después de la emergencia sanitaria, acordaron los partidos y el Tribunal Electoral.
Fuente: Sputnik
