Washington, 21 abr (RHC) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó a su Administración elaborar un plan para proporcionar fondos a la industria del petróleo y el gas para recuperarla de la caída de precios récord en medio de la pandemia.
"Nunca defraudaremos a la gran industria de petróleo y gas de EEUU. He dado instrucciones al Secretario de Energía y al Secretario del Tesoro para que formulen un plan que ponga a disposición fondos para que estas empresas y empleos tan importantes estén asegurados en el futuro", informó Trump en su cuenta de la red social Twitter.
Por primera vez en la historia, el 20 de abril el petróleo WTI se cotizó en valores negativos: a -40,32 dólares el barril. En tiempos de pandemia el fantasma de la bancarrota planea sobre un sector tan próspero como el petrolero, y empieza a surgir la duda de si el pacto alcanzado por la OPEP+ será suficiente para salvar el oro negro.
Las complicadas circunstancias que atraviesa la economía mundial actualmente han llevado al mercado petrolero a una situación que hace unos meses habría parecido surrealista. Por primera vez, el petróleo pasón de valer literalmente menos que nada.
Cuando la pandemia del coronavirus comenzó a sentirse como una amenaza real, los gobiernos del mundo se apresuraron a imponer medidas de cuarentena y aislamiento que redujeron la circulación de personas y bienes a su mínima expresión. Esto, inevitablemente, rebajó la demanda de petróleo.
La OPEP+, formada por el cartel de potencias petroleras OPEP y otros aliados no miembros como Rusia, trató de alcanzar un acuerdo que obligara a todos sus integrantes a recortar aún más su bombeo. Ante la falta de acuerdo, comenzaron las medidas unilaterales, y con ello, se abrió la perspectiva del caos total, lo que finalmente propició el pacto alcanzado el 12 de abril y aceptado por toda la OPEP+.
Las nuevas restricciones por las que los países exportadores se comprometen a reducir sus extracciones a 9,7 millones de barriles diarios, no obstante, no son suficientes para garantizar la estabilidad del mercado, y eso ha quedado patente tras esta caída histórica. Según el experto ruso Ígor Yushkov, probablemente "no se producirá una mejora sustancial de la situación hasta junio (...), y los precios de 50 o 60 dólares el barril no llegarán hasta 2021, en el mejor de los casos".
Fuente: Sputnik