"Hemos creado una tormenta casi perfecta para el surgimiento de pandemias", concluyó
A través de las bacterias, parásitos y virus que hasta ahora se conocen, se están identificando aspectos que puedan determinar el número y tipo de especies a las que infectan. De esta manera, pueden conocer cuáles son una mayor amenaza para el ser humano.
Así, en el caso de encontrar alguno considerado como prioritario por su peligrosidad, los científicos pueden avanzar en la investigación para su prevención o tratamiento antes de que se convierta en una pandemia.
"Será un paso completamente diferente descubrir qué enfermedades podrían causar una pandemia y estamos avanzando hacia este primer paso", dijo el profesor Baylis.
En la actualidad, somos más propensos a vivir una pandemia debido a nuestras actitudes con el planeta. La deforestación y la invasión de la naturaleza ayudan a que este tipo de enfermedades se expandan con mayor frecuencia.
Esto ha sido confirmado porque "los ecosistemas transformados por el hombre con una biodiversidad más baja, como las tierras para agricultura o plantaciones, a menudo están asociados con un mayor riesgo humano de muchas infecciones", según Kate Jones, profesora del University College de Londres. "No tiene que ser necesariamente el caso para todas las enfermedades. Pero los tipos de especies de vida silvestre que son más tolerantes a las perturbaciones humanas, como ciertos roedores, a menudo parecen ser más eficaces para albergar y transmitir patógenos. Por lo tanto, la pérdida de biodiversidad puede crear ambientes que aumentan el contacto de mayor riesgo entre humanos y vida silvestre e incrementan las posibilidades de que ciertos virus, bacterias y parásitos se propaguen a las personas".
Eric Fevre, profesor de la Universidad de Liverpool y el Instituto Internacional de Investigación Ganadera en Nairobi, Kenia, aconseja a los investigadores que estén pendientes de aquellas zonas donde existe una mayor probabilidad de que surjan este tipo de enfermedades, como granjas situadas cerca de selvas o bosques, o mercados donde se venden cierto tipo de animales.
"Es probable que este tipo de evento suceda una y otra vez. Necesitamos estar constantemente alertas a estas interfaces y contar con sistemas para responder si vemos algo inusual", afirma. "Nuevas enfermedades en la población humana probablemente aparecen de tres a cuatro veces al año. No es solo en Asia o en África, sino también en Europa y Estados Unidos.".
El profesor anima a que tras lo sucedido con la pandemia del coronavirus reflexionemos sobre nuestras actitudes hacia la naturaleza y el impacto que estamos generando en ella. "Todas las cosas que usamos y damos por sentado como los alimentos que comemos o los materiales en nuestros teléfonos inteligentes, alguien estará ganando más dinero extrayéndolos y moviéndolos alrededor del mundo. Por lo tanto, nos corresponde a todos pensar en los recursos que consumimos y el impacto que tiene".