Bogotá, 7 jul (RHC) Luego de 13 días de movilización pacífica hacia Bogotá, la Marcha por la Dignidad, que integra a defensoras y defensores de Derechos Humanos, llegó en la mañana de este martes a Melgar, municipio del departamento de Tolima, a 98 kilómetros al suroccidente de la capital colombiana.
Como un movimiento de denuncia a los asesinatos de líderes y lideresas sociales y excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) en el territorio, sindicalistas, estudiantes universitarios, dirigentes de comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas, se han sumado a la caminata que pretende recorrer un total de 590 kilómetros hasta la capital del país.
Los participantes, exigen al Gobierno la resolución de las crisis humanitarias que se viven en el suroccidente colombiano, zonas rurales del país, además, denuncian la violencia de género y problemáticas como la necesidad de una gratuidad educativa.
En tanto, manifestantes han mostrado también su indignación por la carencia de recursos económicos durante la pandemia del nuevo coronavirus para comprar alimentos, y, también, denuncian que muchos han quedado desempleados.
La iniciativa partió desde el jueves 25 de junio desde Popayán, Cauca. Este departamento colombiano ha sido de los más afectados por la violencia que se acrecentó desde el inicio de la cuarentena en el país.
Mientras, la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) en Colombia denunció este martes el asesinato número 216 perpetrado contra uno de los excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
“216 asesinatos son resultado de una doctrina de seguridad que nos señala como enemigo interno. Unos escupen odio y otros nos matan”, expreso la fuerza política mediante sus redes sociales.
Se trata del excombatiente, James Andrés Montaño, de 30 años de edad, que había desaparecido desde el pasado 2 de julio cuando se encontraba solo en una embarcación en el trayecto entre Puerto Colón y San Miguel, en Putumayo.
El excombatiente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) era natural del municipio de Orito y su cuerpo fue encontrado flotando en el río San Miguel.
“Iván Duque tiene que responderle al país, a la comunidad internacional y a la paz por su incumplimiento y falta de garantías”, expresó la senadora por el partido FARC, Victoria Sandino.
Fuente: Telesur