Panamá, 29 jul (RHC) La aerolínea panameña Copa cambió sus planes de reinicio de operaciones y reducción de la empresa en personal y flota, como consecuencia de la extendida paralización por la Covid-19, revelaron medios de prensa.
La última fecha de comienzo de los vuelos regulares será el cuatro de septiembre, el quinto plazo desde que se estableció la paralización del Aeropuerto Internacional de Tocumen, en esa capital, tras el cierre de la frontera aérea decretado por la Autoridad de Aeronáutica Civil (AAC) el pasado 22 de marzo.
Basada en la posibilidad, por la situación epidemiológica del país, de una nueva prórroga al plazo decretado por la AAC del 21 de agosto próximo para la reapertura, Copa tomó un margen de dos semanas para reorganizar sus itinerarios por si ocurriera otro aplazamiento.
En las nuevas proyecciones de la línea aérea está iniciar el servicio solo los viernes y domingos durante dos semanas, lo que cubrirá con tres o cuatro de sus aviones, según voceros de la empresa citados por el diario local La Prensa, quienes aseguraron que en octubre podrían retomarse los vuelos diarios en itinerarios reducidos.
Además, en un comunicado enviado a sus trabajadores, la aerolínea informó que las perspectivas actuales auguran que en diciembre la compañía apenas tenga el 30 por ciento de sus operaciones antes de la pandemia, que solo en Tocumen eran de 350 entradas y salidas diarias.
Al mismo tiempo, de las 102 aeronaves que poseen actualmente, aceleraron el retiro de 28 de los modelos Embraer y Boeing 737-700 y una cifra similar de Boeing 737-800, algunos temporalmente y otros para venderlos, lo que reducirá a la mitad la flota y la dimensión de la empresa, revelaron a periodistas fuentes de la aerolínea.
En una actualización publicada ayer, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por su sigla en inglés) aseveró que el tráfico mundial del transporte aéreo de pasajeros demoraría hasta 2024 en alcanzar sus volúmenes anteriores a la aparición de la Covid-19.
La duración de la crisis sanitaria en el orbe obligó a IATA a revisar también su pronóstico del actual año, en el cual prevé que disminuyan en 55 por ciento el número de viajeros, un nueve por ciento más que el vaticinio de abril pasado y, hacia el futuro, el organismo espera que los viajes a corta distancia sean los primeros en recuperarse.
Por su parte las cargas aéreas tuvieron mejor suerte y en junio pasado disminuyó en 17,6 por ciento la caída con respecto a similar mes de 2019, un resultado menos traumático que en mayo, cuando el descenso fue de 20,1 en la comparación interanual, aseveró la fuente.
"El sector de carga está, con diferencia, más saludable que los mercados de pasajeros; pero el avance sigue siendo un desafío extraordinario. Si bien la actividad económica se está reactivando tras el parón global, no estamos viendo un crecimiento fuerte de la demanda", declaró Alexandre de Juniac, director general de IATA. (Fuente: Prensa Latina)