Washington, 30 ago (RHC) Las masivas manifestaciones realizadas en la ciudad de Portland, en el estado de Oregón, cobró una nueva víctima a manos de las autoridades policiales, quienes desataron una gran represión para bloquear la protesta.
Los medios de comunicación locales indicaron que aún no estaba claro si la víctima está relacionada con el movimiento Black Lives Matter.
Centenares de personas a bordo de sus vehículos se concentraron en la ciudad de Portland para manifestar apoyo a Trump.
Personas que se han manifestado durante las últimas semanas en rechazo a la brutalidad policial y en contra del racismo en el país norteamericano lanzaron objetos a la caravana pro-Trump, que respondió con gas pimienta y disparos de pistolas de paintball.
En tanto, residentes de la ciudad de Kenosha, en el estado de Wisconsin continuaron el sábado por sexto día consecutivo las protestas en contra de la brutalidad policial.
En esa ciudad, hace ocho días, el afroamericano Jacob Blake recibió siete disparos en la espalda por parte de un policía blanco que intentaba arrestarlo. Por esa acción, Blake se mantiene hospitalizado en un centro de salud en Milwaukee.
La movilización fue dedicada a Anthony Huber y a Joseph Rosenbaum, dos manifestantes asesinados el martes pasado en medio del tiroteo ocasionado por grupos de extrema derecha, que atacaron las protestas.
Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. afirma que contempla todas las posibilidades para sofocar las multitudinarias protestas en Portland y otras urbes.
“Creo que todas las opciones continúan estando sobre la mesa, concretamente cuando hablamos de Portland”, ha dicho este domingo el secretario interino de Seguridad Nacional de EE.UU., Chad Wolf, durante una entrevista concedida al canal de televisión estadounidense ABC.
Asimismo, Wolf ha reprochado a las autoridades estatales de Oregón (noreste de EE.UU.) el hecho de no haber aceptado la intervención de fuerzas federales y declinar “cualquier tipo de ayuda federal para poner fin a las actividades violentas” que se desarrollan desde hace ya tres meses en el territorio estadounidense tras el brutal asesinato, el 25 de mayo, del afrodescendiente George Floyd mientras se hallaba bajo custodia policial en la ciudad de Mineápolis.
Sus declaraciones se producen después de que la noche del sábado una persona muriera en los choques que se desataron entre los integrantes del movimiento Black Lives Matter (La Vida de los Negros Importa, en español) y una caravana, compuesta por unos 600 vehículos, con simpatizantes del presidente estadounidense, Donald Trump.
Fuente: Telesur e Hispantv