Participantes en la reunión virtual del Banco de Desarrollo de América Latina. (Foto:PL)
Washington, 9 sep (RHC) La estrategia para salir de la crisis provocada por la Covid-19 debe perseguir mayor igualdad, sostuvieron, este miércoles, participantes en la 24 Conferencia Anual del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) desarrollada de manera virtual.
En el encuentro que se extenderá hasta el próximo viernes, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena manifestó que la pandemia magnificó las brechas estructurales en la región.
En su intervención destacó que estamos ante la peor contracción en 100 años, las exportaciones caerán en un 23 por ciento y 2,7 millones de pequeñas y medianas empresas van a cerrar, mientras aumentan la pobreza, la desigualdad y el desempleo
La secretaria de la Cepal manifestó que las fórmulas para la recuperación deben ser inclusivas, sin privilegiar a las élites.
'Necesitamos un cambio estructural progresivo. Más que hablar de reconstrucción tenemos que hablar de transformación, para elevar la productividad, con innovación, pero con la igualdad y la sostenibilidad en el centro', afirmó.
Entre los participantes en la primera sesión del evento estuvo el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, quien se refirió a que la solución a la crisis también debe pensar en disminuir el impacto del cambio climático para que ese no se convierta en un problema más grave.
Otro de los asistentes fue el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, quien consideró como prioritario en estos momentos lograr el control de la enfermedad en el área geográfica y se refirió al éxito de su país a la hora de contener el coronavirus SARS-CoV-2 como una victoria del pueblo y no de su gobierno.
Por su parte, Luis López Calva, director regional para América Latina y el Caribe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo subrayó que un multilateralismo fuerte y la cooperación serán esenciales para una resiliencia global y recuperación sostenible.
El CAF, que auspicia este evento, otorgará a gobiernos del área 16 mil millones de dólares, una cifra que se invertirá en los 19 países accionistas del organismo multilateral a través de préstamos.
Sin embargo, analistas plantean que las llamadas ayudas de entes financieros internacionales en realidad son deudas disfrazadas, cuyos efectos recaen en la población más pobre y acentúan la desigualdad, mientras se benefician las grandes trasnacionales. (Fuente:PL)