Según informaron el miércoles los medios locales, la Policía Federal de Brasil llamó a los hijos de Bolsonaro, por una investigación que intenta descubrir quién promueve y financia las manifestaciones de la ultraderecha en las que se suelen pedir el cierre del Parlamento y de la Corte Suprema de Justicia mediante una “intervención militar” que mantenga al presidente en el poder.
El caso fue abierto en abril pasado a pedido de la Fiscalía y la Policía ya ha realizado diversas operaciones contra varios de los supuestos integrantes de estos grupos radicales, a quienes el Ministerio Público acusa de impulsar esos actos tildados de “antidemocráticos”, en algunos de los cuales se presentó el propio Bolsonaro.
Como resultado de estas investigaciones, fueron detenidos varios miembros de movimientos de ultraderecha, que tienen a Bolsonaro como su máximo líder, y se registraron inmuebles de allegados al mandatario, entre ellos de empresarios y parlamentarios de su círculo político.
La comisaria Denisse Dias Ribeiro, que conduce el caso, y que tramita bajo la supervisión del Tribunal Supremo, llamó a declarar en calidad de testigos a dos de los hijos de Bolsonaro: el concejal de Río Carlos y el diputado federal Eduardo. Carlos y Eduardo, conforme al diario brasileño O'Globo, no son investigados en este caso que corre bajo secreto de sumario de la Justicia hasta el momento.