Así lo determinaron los senadores brasileños, durante una sesión semipresencial celebrada el martes, en la que volvieron a criticar la visita, del viernes, del jefe de la Diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, a la ciudad de Boa Vista, capital del estado sureño de Roraima, en la frontera con Venezuela.
Algunos parlamentarios consideran la presencia del funcionario norteamericano en suelo brasileño una falta a la soberanía del país.
“Nuestro canciller se prestó a hacer de mi Roraima, un estado, ya tan sufrido y maltratado, una plataforma para el presidente Donald) Trump en este momento de elecciones en Estados Unidos”, fustigó diputado brasileño Telmário Mota.
Un dirigente del Partido de los Trabajadores Rogério Carvalho repudió la “visita no deseada” y lamentó que “el Gobierno brasileño, dirigido por Jair Bolsonaro, demostrara una vez más su sumisión a los dictados del Gobierno de Trump, poniéndose siempre dispuesto a seguir sus órdenes, al recibir a sus representantes en nuestro territorio, en un proceso continuo de afrenta a nuestra soberanía”.