Protesta en Myanmar. Foto: Reuters
Naipyidó, 8 feb (RHC) La Policía de Myanmar disparó cañones de agua contra una masiva protesta opuestos al golpe de estado y que exigen la liberación de la dirigente Aung San Suu Kyi.
El 1 de febrero, el Ejército de Myanmar anunció haber detenido a los altos dirigentes del país en respuesta a lo que calificó como "fraude" durante las elecciones parlamentarias del pasado 8 de noviembre, en las que la LND obtuvo 396 escaños de 476.
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó enérgicamente la detención de Aung San Suu Kyi y otros líderes políticos e "instó a los líderes militares a respetar la voluntad del pueblo de Birmania".
Este lunes, miles de personas acudieron a las manifestaciones pacíficas contra el golpe militar que continúan por tercer día consecutivo en Myanmar. Los manifestantes exigen liberar a los altos dirigentes del país, entre ellos la consejera de Estado y líder de la gobernante Liga Nacional por la Democracia (LND), Aung San Suu Kyi.
El golpe militar fue recibido con las mayores protestas desde la Revolución Azafrán de 2007, que impulsó una transición democrática tras un largo periodo de gobierno militar.
Además de las marchas, los opositores al Ejército están organizando una campaña de desobediencia civil y convocando huelgas. La campaña la encabezan los trabajadores sanitarios y empleados del Gobierno.
Por su parte, el papa Francisco instó el lunes a los líderes militares de Birmania a liberar a los presos políticos y reanudar el camino hacia la democracia "bruscamente interrumpido".
Fuente: Rusia Today