Moscú, 30 mar (RHC) La economía rusa avanza hoy pese a la crisis global desatada por la Covid-19 y las sanciones de Occidente, cada vez más seguidas e injerencistas desde 2014, luego de la reincorporación de Crimea al país.
Las medidas oportunas permitieron a Rusia superar la recesión y lograr la recuperación económica, destacó el presidente ruso, Vladimir Putin, en días recientes, al iniciar una reunión para incentivar la actividad de inversión en el país.
'Gracias a las medidas oportunas y calculadas de apoyo a las industrias y empresas, en general hemos logrado superar la desaceleración de la economía y llegar a su recuperación', aseguró el jefe de Estado.
Según Putin, ese logro se refleja en la dinámica de la demanda interna y la disminución gradual de la tasa de desempleo.
En medio de la debacle internacional generada por el coronavirus SARS CoV-2, las autoridades rusas apostaron por apoyar a los equipos de trabajo, las empresas, los negocios y a todos aquellos que se mantuvieron laborando e invirtieron en el desarrollo.
'Gracias a una política económica enfocada, logramos evitar el fracaso de la actividad de inversión. Los riesgos de invertir en la economía rusa han disminuido seriamente', subrayó el mandatario.
'Por primera vez en la historia moderna, no ajustamos la política macroeconómica en medio de la crisis, sino que, por el contrario, respondimos a los problemas emergentes relajando los enfoques en esta área', apuntó.
Entre los resultados de tal estrategia citó el fortalecimiento de la estabilidad financiera y de la soberanía económica de Rusia. También se muestran en el aumento de las capacidades del país, de las exportaciones y la reducción de la dependencia de la coyuntura global.
Apenas un ejemplo: Estados Unidos importó el pasado año una cantidad récord de petróleo crudo y sus derivados desde Rusia, según la Administración de Información de Energía (EIA, por sus siglas en inglés).
En 2020, la nación euroasiática desbancó a Arabia Saudita como segundo proveedor de crudo y sus derivados a EEUU, suministrando un promedio de 538 mil barriles diarios, 3,5 por ciento más que en 2019 y resultado más alto desde 2011.
El combustible procedente de Rusia pasó a representar alrededor del siete por ciento en el volumen diario de las importaciones estadounidenses, cuando hace dos décadas no rebasaba el uno por ciento.
El Ministerio de Agricultura ruso, también proclamó que las ventas de productos agroindustriales registraron cifras elevadas en 2020.
El centro federal Agroexport indicó que el pasado año el país vendió 79 millones de toneladas de productos agrícolas y alimentos por un valor de 30 mil 700 millones de dólares, 20 por ciento más que en 2019, tanto en términos monetarios como físicos.
El director de la consultora agrícola rusa Sovecom, Andréi Sizov, dijo que en 2020 la nación euroasiática ingresó más divisas por los alimentos exportados de lo que gastó en importaciones, señaló la agencia de noticias Sputnik.
Unos 150 países compraron alimentos rusos, con China a la cabeza (13 por ciento), seguida de Turquía (10 por ciento), y Kazajstán (siete por ciento).
La nación se convirtió en un exportador neto de producción agrícola, condición que alcanza por primera vez desde la desintegración de la Unión Soviética, reflejó el canal Russia Today.
Para la cartera de Agricultura, el éxito de las exportaciones fue posible gracias al 'alto ritmo de desarrollo' del sector agrícola nacional en todos los ámbitos clave, a pesar de la pandemia y las condiciones climáticas adversas.
Este auge se viene registrando desde 2014, cuando Moscú suspendió la importación de determinados alimentos de la Unión Europea, en respuesta a las sanciones occidentales por la reincorporación de Crimea a Rusia, tras un referendo donde 96 por ciento de los votantes avaló esa opción.
El impacto de las medidas obligó a implementar alternativas domésticas para enfrentar la escasez de lácteos, frutas, vegetales y carne europeos. Estas, sin duda, surtieron efecto y pusieron a Rusia más cerca de su soberanía alimentaria y económica.
(PL)