Familiares y abogados dicen que Brown no representaba una amenaza para los oficiales cuando fue asesinado
a tiros por estos. (Foto:PL)
Washington, 27 abr (RHC) Khalil Ferebee, hijo de Andrew Brown, quien fue asesinado por un policía en Carolina del Norte, Estados Unidos, la semana pasada, dijo que la muerte de su padre fue una ejecución extrajudicial.
Tras observar las imágenes de la cámara corporal del agente que le disparó al afroamericano, Ferebee declaró en el programa New Day de la cadena CNN que ese es un video que ningún hijo debería ver cuando se trata de su padre.
A los miembros de la familia de Brown se les mostraron 20 segundos de imágenes de las cámaras del agente este lunes, y sus abogados se quejaron de que no se mostraron a todo el equipo legal completo de Brown, además de que las autoridades pusieron a disposición de la familia una pequeña parte de la grabación.
Los familiares y los abogados dicen que Brown no representaba una amenaza para los oficiales cuando fue asesinado a tiros por estos.
Chantel Cherry-Lassiter, un abogado que vio las imágenes, dijo que estas mostraban a Brown, de 42 años, sentado en el automóvil con las manos en el volante cuando comenzó el tiroteo, el hombre luego trató de escapar de la policía, que continuó disparando, en medio del operativo para arrestarlo por posesión de drogas.
Centenares de personas que protestaban la semana pasada por el asesinato de Brown exigieron a las autoridades de Elizabeth City, Carolina del Norte, publicar el video de la cámara corporal del oficial involucrado en el incidente, pero la oficina del fiscal del condado de Pasquotank, aclaró en un comunicado que esa demanda no podía cumplirse sin una orden judicial.
La muerte de Brown se produjo un día después de que Derek Chauvin fuera condenado por asesinato en segundo grado, entre otros cargos, por la muerte de George Floyd en mayo de 2020.
Brown recibió un disparo mortal durante un altercado cuando los agentes intentaron cumplir una orden de arresto por delitos de drogas.
Su asesinato se sumó a la muerte de la adolescente afronorteamericana Ma'Khia Bryant, de 16 años, a manos de la policía en Columbus, Ohio, lo que ocurrió además en medio de una creciente ola de violencia en las últimas semanas en la nación norteña.
En este caso, la versión de las autoridades intenta justificar la respuesta de Nicholas Reardon, el oficial que le disparó a la menor, al señalar que el hecho se produjo cuando el agente acudió al lugar en respuesta a una llamada de emergencia de una persona que aseguró era amenazada por Bryant con un arma blanca.
Un artículo reciente del diario The Washington Post señaló que aunque la mitad de las personas asesinadas a tiros por la policía son blancas, los estadounidenses negros reciben disparos a un ritmo desproporcionado.
A pesar de que los afronorteamericanos representan menos del 13 por ciento de la población de este país, las fuerzas del orden las matan en más del doble de la tasa de los blancos. (Fuente:PL)