Caracas, 23 jun (RHC) En un escenario geopolítico signado por el impacto económico y el daño humano ocasionado por la pandemia de Covid-19, junto a la marcada hostilidad de Estados Unidos contra varios países de la región, el bloque integracionista Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, ALBA-TCP celebrará este jueves su XIX Cumbre de jefes de Estado y Gobierno.
'La nuestra es una Alianza por la Vida y por la Independencia', aseveró el secretario ejecutivo Sacha Llorenti a través de la red social Twitter, al confirmar la celebración de la cita en saludo al bicentenario de la batalla de Carabobo, decisiva acción militar en las luchas por la independencia de Venezuela.
El encuentro de alto nivel dará continuidad a los acuerdos emanados de una serie de reuniones desarrolladas en el transcurso de 2021, dirigidas a fortalecer los mecanismos de integración en diversos ámbitos de interés estratégico para las naciones del área.
El 19 de enero último el Consejo Social del ALBA-TCP aprobó la adopción de acciones de cooperación para enfrentar la situación pandémica desde un enfoque de solidaridad y complementariedad.
El bloque acordó coordinar esfuerzos e intercambiar buenas prácticas relacionadas con el fortalecimiento de los sistemas de salud, y para garantizar el acceso de los pueblos a los tratamientos para contrarrestar al coronavirus SARS-CoV-2.
La Alianza concretó la creación de un fondo humanitario destinado a constituir el banco de vacunas y medicamentos, así como la activación de líneas de financiamiento por parte del Banco del ALBA para impulsar proyectos de salud y asegurar la adquisición de inyectables.
En febrero el ALBA-TCP convocó a las altas autoridades de los países miembros en el área de la agricultura, con el fin de trazar estrategias para una respuesta conjunta ante el impacto de la pandemia en la alimentación de los pueblos del área.
Del encuentro emano el compromiso de fortalecer la producción de alimentos en todas sus escalas, mediante la aplicación de la ciencia y la tecnología y el encadenamiento productivo de las naciones integrantes del mecanismo de integración.
En el ámbito político, el ALBA-TCP mantuvo en el centro de su rol internacional el rechazo a las medidas coercitivas unilaterales implementadas por el Gobierno de Estados Unidos contra varios países del ente integracionista.
La XXI Reunión del Consejo Político, celebrada a inicios de marzo, demandó a Washington al levantamiento de las acciones punitivas adoptadas contra Venezuela y Nicaragua, así como el cese definitivo del bloqueo impuesto a Cuba por más de seis décadas.
A su vez, reconoció la contribución de la isla a la respuesta a la pandemia, a pesar de las circunstancias impuestas por el recrudecimiento del cerco económico, comercial y financiero, y las campañas para desacreditar y sabotear la cooperación médica internacional de la nación caribeña.
Los esfuerzos de integración abarcaron incluso el ámbito comunicacional, con varios acuerdos adoptados en reunión sostenida el 12 de abril por altas autoridades del área de la comunicación y la información.
Los países miembros acordaron trabajar de manera conjunta en el desarrollo de una estrategia comunicacional innovadora y eficaz, que consolide al ALBA-TCP como una Alianza para la vida, al visibilizar las acciones impulsadas para el bienestar de los pueblos de la región.
De acuerdo con el secretario ejecutivo Sacha Llorenti, el ALBA-TCP trabaja para afianzar aún más la Alianza y dar un salto cualitativo hacia la unidad, en un panorama donde Estados Unidos, aliado con las oligarquías regionales, genera un boicot a los esfuerzos de integración.
Creado en 2004 por iniciativa de los líderes revolucionarios Fidel Castro (1926-2016) y Hugo Chávez (1954-2013), el bloque integracionista lo componen actualmente Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, Granada y San Cristóbal y Nieves.
(PL)