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Moscú, 28 jun (RHC) La política aplicada por Occidente para lograr sus intereses es la encarnación de los dobles raseros, afirmó el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en un artículo de su autoría en la prensa local.
En el texto publicado este lunes en el periódico Kommersant y en la revista Rusia en los Asuntos Globales, el diplomático apuntó que 'cuando es rentable, el derecho de los pueblos a la autodeterminación se reconoce como una regla absoluta', comentó.
En tan sentido, puso como ejemplo las Islas Malvinas, a 12 mil kilómetros de Reino Unido, que permanecen en manos de Londres, como una posesión colonial remota, a pesar de diferentes resoluciones de Naciones Unidas y de la Corte Internacional de Justicia, dijo.
'Cuando el principio de autodeterminación contradice los intereses geopolíticos de Occidente, como en el caso de la libre expresión de la voluntad de los habitantes de Crimea a favor de un destino común con Rusia, se olvidan de ello y condenan la libre elección de las personas, las castigan con sanciones', subrayó Lavrov.
El uso por los países occidentales de sus reglas, en lugar de los instrumentos de derecho internacional existentes, muestra que se esfuerzan por 'actuar de acuerdo con sus conceptos' en el escenario mundial.
Señaló que 'la belleza' de las reglas occidentales está precisamente en la ausencia de detalles. Explicó que tan pronto como alguien actúa en contra de la voluntad de Occidente, inmediatamente declaran que violó las reglas y anuncian su 'derecho a castigar al infractor'.
Los países occidentales buscan traducir la discusión de temas clave en formatos de grupos reducidos, utilizando el concepto de un orden mundial basado en sus reglas, donde no se invitan a los países y personas disidentes, escribió el jefe de la diplomacia rusa.
Los ejemplos incluyen llamados de atención sobre seguridad en el ciberespacio, al respeto del derecho internacional humanitario o a una asociación en apoyo de la libertad de información. 'En cada uno de estos formatos, hay varias docenas de países, una minoría de la comunidad internacional', apuntó.
Según el canciller ruso, aunque la ONU ya cuenta con plataformas de negociación sobre importantes temas mundiales, a Occidente no le gustan, porque en ellas requieren de consensos y de tener en cuenta la opinión de todos los países, y eso les impide establecer sus propias reglas. (Fuente:PL)