El 21 de julio, Alemania y Estados Unidos anunciaron un acuerdo relativo al proyecto de Nord Stream 2, que se está construyendo bajo el mar Báltico para transportar gas desde la región rusa del Ártico hasta el país germano. Mediante este pacto, Berlín prometió “tomar medidas” a nivel nacional y convencer al país euroasiático para no utilizar la energía “como arma” o cometer “actos agresivos” contra Ucrania, mediante el plan.
En una entrevista publicada este lunes por el diario ruso Izvestia, el embajador de Rusia en Alemania, Serguéi Nechaev, ha asegurado que el proyecto se encuentra en las fases finales de construcción y la oposición de Estados Unidos no tendrá ningún efecto sobre el proceso o la fecha de finalización.
“Partimos del hecho de que el acuerdo germano-estadounidense no afectará al ritmo de construcción, ni a la fecha de finalización del Nord Stream 2. Los trabajos de construcción se encuentran en la fase final, se completarán en cuestión de semanas”, ha señalado.
Nechaev ha recalcado que tanto EEUU como Alemania “no concluyeron” el acuerdo sobre el Nord Stream 2, y lo anunciado es una declaración conjunta, empero, “no es un documento jurídicamente vinculante”. El comunicado conjunto Berlín-Washington, según el embajador ruso, “no conlleva ninguna obligación específica” para Moscú, dado que no participó en su elaboración.