Imagen de archivo/RHC
Buenos Aires, 16 nov (RHC) A cuatro años de la tragedia del submarino argentino ARA San Juan y tres hoy de que apareciera por pedazos en las frías aguas del Atlántico Sur, siguen las interrogantes y también las investigaciones para saber que sucedió.
Mientras muchos familiares continúan llorando a sus seres queridos y otros muestran su rabia por el lento avance del caso, las dudas persisten y ahora es que peritarán las imágenes del casco hundido del sumergible y citarán como testigos a otros exfuncionarios.
Ello con el añadido de que fueron supuestamente espiados por los servicios de inteligencia durante el gobierno de Mauricio Macri.
Según precisó una nota de Télam, el Juzgado Federal de la localidad de Caleta Olivia, en la provincia de Santa Cruz, llevará adelante una pericia informática sobre las imágenes captadas por los robots hace tres años, cuando captaron los rastros y posteriormente fragmentos de la mole de hierro.
Además, se llamarán a indagatoria a exfuncionarios que se desempeñaron en la primera línea del Ejecutivo al momento de su desaparición, en 2017, para que declaren como testigos.
Según la fuente, estas medidas previstas avanzarán sobre la línea indicada por la Cámara Federal de la localidad de Comodoro Rivadavia (Chubut), que a partir de pedidos de las familias de los 44 oficiales solicitó avanzar en el esclarecimiento del naufragio y determinar las responsabilidades penales de Macri, el exministro de Defensa Oscar Aguad y del exjefe de la Armada Marcelo Srur.
Como testigos ya declararon cerca de 20 exaltos jefes de la Armada y del Ministerio de Defensa, entre ellos la exsecretaria de Gestión Presupuestaria de dicha cartera durante la anterior gestión, Graciela Villata.
Los querellantes de la causa desde hace años piden avances concretos en la investigación que cuenta con decenas de anexos y cajas con documentación.
Muchas dudas quedan sobre el caso del ARA San Juan que cumple hoy tres años de ser encontrado por pedazos a 800 metros de profundidad, cuando comenzó la búsqueda aquel 15 de noviembre de 2017, a 41 kilómetros donde se presume hubo una implosión.
Sobre las posibles hipótesis trascendió en ese entonces una información de la embajada de Austria en Buenos Aires que registró un evento anómalo singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión, tres horas después de que el submarino perdiera el contacto.
En estos últimos meses la justicia también llamó a varios exfuncionarios, entre ellos al propio Macri, por presunto espionaje a los familiares, que aguardaron por noticias varios días en el apostadore del sumergible, en Mar del Plata.
La mole de hierro fabricada en Alemania partió desde la distante Ushuaia, pero perdió el contacto. Fue buscada durante los primeros días en una megaoperación, con lo más novedoso de la tecnología, que convocó a 15 países, y luego se contrató a la empresa Ocean Infinity, que dio con su paradero un año después.
Hasta el momento solo seis altos mandos de la Armada fueron procesados por estrago culposo agravado por el resultado de la muerte, incumplimiento de los deberes de funcionario público y omisión de deberes.
A tres años del hallazgo de los restos del submarino, en la localidad bonaerense de Coronel Rosas se izó una bandera con los nombres de los 44 marinos en la plaza Belgrano de Punta Alta, uno de los varios homenajes en su honor. (Fuente:PL)
