Addis Abeba, 23 nov (RHC) El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, prometió liderar a partir de hoy, desde la primera línea, la guerra de las Fuerzas de Defensa Nacional contra el Frente de Liberación Popular de Tigray.
Vivimos momentos que demandan grandes sacrificios. De ahora en adelante comandaré la contienda en el frente de batalla. Quien quiera ser recordado por la historia me seguirá, declaró en un mensaje trasmitido por la televisión.
Esta, dijo, es una gran lucha de todos los etíopes para que nuestros hijos puedan tener un país honorable, para que nuestros hijos puedan levantarse y caminar por el mundo con orgullo, dignidad y libertad.
Exhortó a “quienes aspiran a ser admirados por Etiopía” a defender la nación, a marchar a la batalla, y subrayó que quienes no participen en la conflagración “cubrirán la brecha creada por nosotros y trabajarán” para garantizar el desarrollo.
No es momento de sentarse y mirar para criticar. Nadie defenderá a Etiopía como nosotros. El nombre Etiopía es el nombre de los ganadores, es un símbolo de libertad, aseguró.
Según Abiy, “los enemigos del país saben bien que las invasiones de nuestras fronteras siempre fueron derrotadas” y, “aunque es difícil preservar la libertad sin grandes sacrificios”, la actual generación la protegerá como otros millones de etíopes en pretéritas contiendas.
Para el Premio Nobel de la Paz-2019, “Etiopía derrotará a sus enemigos en la medida en que lidere la lucha con espíritu panafricano” porque es víctima de “un complot destinado a deshonrar a todos los pueblos del continente e imponerles el neocolonialismo”.
Es un intento coordinado y deliberado de enemigos de dentro y de fuera para socavar a Etiopía y privarnos a todos los africanos de nuestra propia historia, cultura, identidad y dignidad. Por tanto, esta lucha es también de África, manifestó.
Desde noviembre de 2020 las fuerzas federales y el TPLF (siglas en inglés) sostienen un enfrentamiento iniciado en Tigray y extendido después a las regiones de Afar y Amhara, cuyo saldo de muertos, desplazados y destrozos materiales crece cada día.
El propio Gobierno realizó esfuerzos para finiquitar el conflicto en el norte etíope pero, según acusaciones oficiales, la criminalidad del Frente los malogró y en este momento no hay esperanzas de lograr una solución consensuada sin uso de las armas.
(PL)