Buenos Aires, 1 feb (RHC) El presidente de Argentina, Alberto Fernández, iniciará este martes una gira oficial por Rusia y China para reunirse con los presidentes Vladímir Putin y Xi Jinping, en medio de una amplia expectativa ante la posible ampliación de acuerdos políticos, financieros y comerciales con ambos países.
Además, el viaje se lleva a cabo después de haber alcanzado un acuerdo para refinanciar la deuda por 44.000 millones de dólares que el país mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que le costó al presidente una crisis política interna de último momento, ya que el diputado Máximo Kirchner renunció a presidir el bloque oficialista en la Cámara de Diputados inconforme con la renegociación con el organismo.
De acuerdo con la agenda oficial, Fernández partirá hoy por la noche a Moscú, en donde el jueves se entrevistará con Putin. Después, ambos realizarán una conferencia de prensa.
El encuentro está enmarcado en la relación bilateral que se fortaleció durante la pandemia, cuando Argentina adquirió la vacuna Sputnik V. Más tarde se convirtió en el primer país de América Latina en producirla en su propios laboratorios gracias a un acuerdo de transferencia de tecnología con el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF).
"Yo sé que el pueblo argentino le está inmensamente agradecido al pueblo de Rusia y al Gobierno de Rusia, que nos ayudó cuando pocos nos ayudaban", afirmó Fernández en una entrevista con RT en la que también afirmó que será un gusto conocer a Putin personalmente, ya que hasta ahora solo han podido hablar por teléfono o zoom.
El diálogo con Putin será la única actividad en ese país por parte del mandatario argentino, quien el viernes llegará a Pekín, en donde la Universidad Tsinghua le entregará un doctorado Honoris Causa.
Luego se dirigirá al Nuevo Museo de la Historia del Partido Comunista Chino y, por la noche, participará en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno que se realizará en el Estadio Nacional y a la que fue invitado especialmente por Xi Jinping.
Su presencia en la ceremonia tiene una carga política, ya que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dictó un "boicot diplomático" a esta edición olímpica, justificando la decisión de no enviar representa oficial alguno en las supuestas violaciones de derechos humanos denunciadas en ese país. La delegación de deportistas estadounidenses, sin embargo, sí participará en una contienda en la que suele encabezar la obtención de medallas.
El sábado por la mañana, Fernández visitará la Ciudad Prohibida y el Mausoleo de Mao Zedong. A mediodía arribará al Gran Palacio del Pueblo para participar en la foto de los jefes de Estado que acudirán a la inauguración de los Juegos Olímpicos, quienes serán agasajados con un banquete por parte de las autoridades chinas. Ya en la tarde, el mandatario se reunirá con la delegación argentina en la Villa Olímpica.
La reunión con Xi Jinping se llevará a cabo el domingo en el Gran Palacio del Pueblo. Luego de este encuentro se develará si Argentina se incorpora a la nueva "ruta de la seda", el ambicioso proyecto de infraestructura impulsado por China que implica multimillonarias inversiones y al que ya han adherido otros países latinoamericanos como Bolivia, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela.
Después de la bilateral presidencial, Fernández visitará la Gran Muralla, con lo que pondrá fin a la gira en China.
El próximo martes, antes de volver a Buenos Aires, hará una escala en Barbados para reunirse con la primera ministra Mia Mottley, con quien hablará sobre cambio climático. La arista política del encuentro se debe a que la isla acaba de independizarse de la corona británica, con la que Argentina mantiene una disputa por la soberanía de las Islas Malvinas.
Fernández va a este recorrido acompañado por el canciller Santiago Cafiero; el ministro de Economía, Martín Guzmán; los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof; Catamarca, Raúl Jalil; y Río Negro, Arabela Carreras; la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca; la asesora presidencial, Cecilia Nicolini (quien fue una de las principales encargadas de negociar la compra de la vacuna Sputnik V); y la vocera Gabriela Cerruti, entre otros funcionarios. (Fuente/RT)