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Quito, 24 jun (RHC) El paro nacional desarrollado en varias ciudades de Ecuador llegó este viernes a la duodécima jornada consecutiva, con sus principales acciones en el centro de Quito, la capital de la nación andina.
La zona de la casa de la Cultura y los parques El Arbolito y El Egido son el principal foco de las protestas este día, que reúnen a miles de personas, principalmente de comunidades indígenas, que mantienen exigencias al gobierno de responder a una agenda de 10 puntos.
El pliego contiene temas sensibles para la población en rechazo al alto costo de la vida y la inseguridad, entre los reclamos fundamentales.
Durante varias horas y bajo una lluvia pertinaz, los manifestantes corearon consignas e intentaron avanzar hacia la sede de la Asamblea Nacional (parlamento), mientras uniformados de la policía y el ejército les impedían el paso.
Por momentos se registraron algunos incidentes entre las partes, después de que ese mismo lugar fuera el escenario, la víspera, de la mayor violencia y represión reportada en todo el paro, con saldo de un muerto y varios heridos.
El sonido de bombas lacrimógenas y el repliegue de los movilizados, para luego volver a la concentración fue parte de las características de la jornada matinal, según constató Prensa Latina.
Asimismo, a pocos metros de la zona de protesta, había presencia de paramédicos y personal de bomberos, listos para atender a posibles lesionados.
Al mismo tiempo, en el Parque El Ejido varias camionetas llegaron con alimentos y artículos de aseo personal, como parte de la asistencia humanitaria que despliegan colectivos sociales y ciudadanos, en apoyo a los protagonistas de las protestas, quienes son mayormente indígenas provenientes de otras provincias.
La Casa de la Cultura y las Universidades Salesiana y Central del Ecuador son tres de los espacios donde descansan y se agrupan para tomar decisiones miembros de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, convocante del paro, que según aseguró el presidente de la instancia, Leonidas Iza, tiene carácter nacional, territorial y por tiempo indefinido.
A las manifestaciones se unieron campesinos, estudiantes, trabajadores, colectivos de mujeres, amas de casa, transportistas y este viernes, varios gremios de taxistas.
«El movimiento indígena lleva un año intentando dialogar con el presidente Guillermo Lasso. Ahora, que las calles se inundan de descontento popular, contiene su incapacidad con estado de excepción, ocupación militar y represión. ¿Qué no tenemos voluntad de diálogo?, ¡Violento el gobierno!», afirmó recientemente la Conaie. (Fuente: Prensa Latina).